Reuniéronse también los hijos de Israel y saliéronle al encuentro. Asentaron su campo frente a ellos, como dos rebañitos de cabras, mientras que los sirios llenaban la tierra.
Jueces 7:12 - Biblia Nacar-Colunga Madián, Amalee y los Bene Quedem se habían extendido por el valle, numerosos como langostas, y sus camellos eran innumerables, como las arenas del mar. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y los madianitas, los amalecitas y los hijos del oriente estaban tendidos en el valle como langostas en multitud, y sus camellos eran innumerables como la arena que está a la ribera del mar en multitud. Biblia Nueva Traducción Viviente Los ejércitos de Madián, de Amalec y del pueblo del oriente se habían establecido en el valle como un enjambre de langostas. Sus camellos eran como los granos de arena a la orilla del mar, ¡imposibles de contar! Biblia Católica (Latinoamericana) Estos se habían instalado en toda la llanura junto con Amalec y todos los hijos de Oriente. Hormigueaban como las langostas y sus camellos eran tan numerosos como la arena de la orilla del mar. La Biblia Textual 3a Edicion Y Madián y Amalec, con todos los orientales, estaban esparcidos por el valle como multitud de langostas, y sus camellos eran incontables como la arena que está a la orilla del mar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los madianitas, los amalecitas y todos los hijos de oriente habían caído sobre el valle, numerosos como langostas, y sus camellos eran innumerables, como las arenas de las orillas del mar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Madián, y Amalec, y todos los orientales, estaban tendidos en el valle como langostas en muchedumbre, y sus camellos eran innumerables, como la arena que está a la ribera del mar en multitud. |
Reuniéronse también los hijos de Israel y saliéronle al encuentro. Asentaron su campo frente a ellos, como dos rebañitos de cabras, mientras que los sirios llenaban la tierra.
(10) La sabiduría de Salomón sobrepasaba la de todos los hijos de Oriente y la sabiduría toda del Egipto.
No es la muchedumbre de los ejércitos lo que salva al rey, ni se libra el guerrero por su mucha fuerza.
Talan su bosque, oráculo de Yahvé, porque es impenetrable, pues son más numerosos que la langosta; nadie puede contarlos.'
Salieron con ellos todos sus ejércitos, gente Innumerable, como las arenas que hay a las orillas del mar, con una gran muchedumbre de caballos y carros.
Cuando Israel había sembrado, subía Madián con Amalee y con los Bene Quedem y marchaban contra ellos;'
Todo Madián, Amalee y los Bene Quedem se juntaron y pasaron el Jordán; vinieron a acampar en el valle de Jezrael.'
pues subían con sus ganados y sus tiendas como una nube de langostas. Ellos y sus camellos eran innumerables y venían a la tierra para devastarla.
Cuando llegó Gedeón, estaba un hombre contando a su compañero su sueño, diciéndole: “He tenido un sueño. Rodaba por el campamento de Madián un pan de cebada, que llegó hasta una tienda y chocó contra ella, la derribó y la hizo rodar por tierra, y la tienda quedó por tierra.”
Zebaj y Salmana estaban en Carcor con su ejército, unos quince mil hombres, los que habían quedado de todo el ejército de los Bene Quedem, pues habían perecido ciento veinte mil hombres de armas.
Reuniéronse los filisteos para combatir contra Israel; tres mil carros y seis mil caballeros, y de pueblo un número comparable a las arenas del mar. Vinieron a acampar en Mijmas, al oriente de Bet-Aven.'
David los batió desde la aurora hasta la tarde, y no escapó ninguno de ellos, fuera de cuatrocientos mozos, que huyeron montados en camellos.