Qof: Está Yahvé cerca de cuantos le invocan, de todos los que le invocan de veras.
Juan 4:24 - Biblia Nacar-Colunga Dios es espíritu, y los que le adoran han de adorarle en espíritu y en verdad. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues Dios es Espíritu, por eso todos los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces serán verdaderos adoradores del Padre, tal como él mismo los quiere. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben adorarlo en espíritu y en verdad. La Biblia Textual 3a Edicion Dios es espíritu; y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dios es espíritu; y los que lo adoran tienen que adorarlo en espíritu y verdad'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que le adoren. |
Qof: Está Yahvé cerca de cuantos le invocan, de todos los que le invocan de veras.
El que me ofrece sacrificios de alabanza me glorifica; y a quien sigue el camino, le mostraré la salvación de Dios.'
Si hubiera tenido iniquidad en mi corazón, no me hubiera escuchado el Señor.
porque así dice el Altísimo, cuya morada es eterna y cuyo nombre es santo: Yo habito en un lugar elevado y santo, pero también con el contrito y humillado, para hacer revivir el espíritu de los humillados y reanimar los corazones contritos.
pero ya llega la hora, y es ésta, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad, pues tales son los adoradores que el Padre busca.
Pues ésta es nuestra gloria, el testimonio de nuestra conciencia. Que no en sabiduría carnal, sino en la santidad y sinceridad de Dios, en la gracia de Dios, hemos vivido en el mundo, y más especialmente entre vosotros.
El Señor es espíritu, y donde está el espíritu del Señor, está la libertad.
Porque la circuncisión somos nosotros, los que servimos en el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús y no ponemos nuestra confianza en la carne.
Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, único Dios, el honor y la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Pero Yahvé dijo a Samuel: “No tengas en cuenta su figura y su gran talla, que yo le he descartado. No ve Dios como el hombre; el hombre ve la figura, pero Yahvé mira el corazón.”