Online nga Bibliya

Mga paanunsiyo


Ang tibuok bibliya Daang Tugon Bag-ong Tugon




Juan 21:3 - Biblia Nacar-Colunga

Díjoles Simón Pedro: Voy a pescar. Los otros le dijeron: Vamos también nosotros contigo. Salieron y entraron en la barca, y en aquella noche no pescaron nada.

Tan-awa ang kapitulo
Ipakita Interlinear Bible

Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada.

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Simón Pedro dijo: —Me voy a pescar. —Nosotros también vamos —dijeron los demás. Así que salieron en la barca, pero no pescaron nada en toda la noche.

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Simón Pedro les dijo: 'Voy a pescar. Contestaron: 'Vamos también nosotros contigo. Salieron, pues, y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada.

Tan-awa ang kapitulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Les dice Simón Pedro: Me voy a pescar. Le dicen: Nosotros también vamos contigo. Salieron, y entraron en la barca, pero en aquella noche no atraparon nada.°

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Simón Pedro les dice: 'Voy a pescar'. Le dicen los otros: 'Vamos contigo'. Salieron, pues, y subieron a la barca; pero aquella noche no pescaron nada.

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Simón Pedro les dijo: A pescar voy: Ellos le dijeron: Nosotros también vamos contigo. Fueron, y luego entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada.

Tan-awa ang kapitulo
Ubang mga hubad



Juan 21:3
11 Cross References  

Simón le contestó y dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando y no hemos pescado nada; mas, porque tú lo dices, echaré las redes.'


Llegada la mañana, se hallaba Jesús en la playa; pero los discípulos no se dieron cuenta de que era Jesús.'


y como era del mismo oficio que ellos, se quedó en su casa y trabajaban juntos, pues eran ambos fabricantes de tiendas.


Vosotros sabéis que a mis necesidades y a las de los que me acompañan han suministrado estas manos.


Ni el que planta es algo ni el que riega, sino Dios que da el crecimiento.


¿O acaso solamente yo y Bernabé estamos obligados a vivir de nuestro trabajo?


Ya os acordaréis, hermanos, de nuestras penas y fatigas, y de cómo día y noche trabajábamos para no ser gravosos a nadie, y así os predicamos el Evangelio de Dios.