Pongo enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo; éste te aplastará la cabeza, y tú le acecharás a él el calcañal.”
Juan 19:30 - Biblia Nacar-Colunga Cuando hubo gustado el vinagre, dijo Jesús: Todo está acabado, e inclinando la cabeza, entregó el espíritu. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu. Biblia Nueva Traducción Viviente Después de probar el vino, Jesús dijo: «¡Todo está cumplido!». Entonces inclinó la cabeza y entregó su espíritu. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús probó el vino y dijo: 'Todo está cumplido. Después inclinó la cabeza y entregó el espíritu. La Biblia Textual 3a Edicion Luego que Jesús tomó el vinagre,° dijo: Consumado está. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando Jesús tomó el vinagre, dijo: '¡Todo se ha cumplido!'. E inclinando la cabeza, entregó el espíritu. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando Jesús tomó el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado su cabeza, entregó el espíritu. |
Pongo enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo; éste te aplastará la cabeza, y tú le acecharás a él el calcañal.”
Me derramo como agua; todos mis huesos están dislocados. Mi corazón es como cera, que se derrite dentro de mis entrañas.'
Quiso Yahvé quebrantarle con padecimientos. Ofreciendo su vida en sacrificio por el pecado, verá descendencia que prolongará sus días, y el deseo de Yahvé prosperará en sus manos.
Por eso yo le daré por parte suya muchedumbres, y dividirá la presa con los poderosos por haberse entregado a la muerte y haber sido contado entre los pecadores, llevando sobre sí los pecados de muchos e intercediendo por los pecadores.
Setenta semanas están prefijadas sobre tu pueblo y sobre tu ciudad santa para poner fin a la prevaricación y cancelar el pecado, para expiar la iniquidad y traer la justicia eterna, para sellar la visión y la profecía y ungir el santo de los santos.
Después de las sesenta y dos semanas será muerto un ungido, sin que tenga culpa. Y destruirá la ciudad y el santuario el pueblo de un príncipe que ha de venir, y su fin será en una inundación, y hasta el fin de la guerra están decretadas desolaciones.
Álzate, espada, contra mi pastor, contra el hombre de mi compañía, oráculo de Yahvé de los ejércitos. Hiere al pastor y que se disperse el rebaño, y yo volveré mi mano sobre los pequeños.
así como el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en redención de muchos.
Pero Jesús le respondió: Déjame hacer ahora, pues conviene que cumplamos toda justicia. Entonces Juan condescendió.
Porque os digo que ha de cumplirse en mi esta escritura: “Fue contado entre los malhechores”; porque también lo que a mí toca llega a su término.'
Jesús, dando una gran voz, dijo: Padre, en tus manos entrego mi espíritu; y diciendo esto, expiró.'
Nadie me la quita; soy yo quien la doy de mí mismo. Tengo poder para darla y poder para volver a tomarla. Tal es el mandato que del Padre he recibido.'
Yo te he glorificado sobre la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar.
Después de esto, sabiendo Jesús que todo estaba ya consumado, para que se cumpliera la Escritura dijo: Tengo sed:
Jesús les dijo: Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y acabar su obra,
porque el fin de la Ley es Cristo, para la justificación de todo el que cree.
a quien Dios preordenó instrumento de propiciación, mediante la fe, en su sangre, para manifestación de su justicia,
Alejad la vieja levadura, para ser masa nueva, como sois ázimos, porque nuestra Pascua, Cristo, ya ha sido inmolada.
puestos los ojos en el autor y perfeccionador de nuestra fe, Jesús; el cual, por el gozo que se le proponía, soportó la cruz, sin hacer caso de la ignominia, y está sentado a la diestra del trono de Dios.'
y, según la Ley, casi todas las cosas han de ser purificadas con sangre, y no hay remisión sin efusión de sangre.