Pero el rey Ezequías y el profeta Isaías, hijo de Amos, opusieron sus oraciones a estas blasfemias y clamaron al cielo;'
Juan 12:38 - Biblia Nacar-Colunga para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dice: “Señor, ¿quién prestó fe a nuestro mensaje? y el brazo del Señor, ¿a quién ha sido revelado?” Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor? Biblia Nueva Traducción Viviente Eso era precisamente lo que el profeta Isaías había predicho: «Señor, ¿quién ha creído nuestro mensaje? ¿A quién ha revelado el Señor su brazo poderoso?». Biblia Católica (Latinoamericana) Tenía que cumplirse lo dicho por el profeta Isaías: Señor, ¿quién ha dado crédito a nuestras palabras? ¿A quién fueron revelados los caminos del Señor? La Biblia Textual 3a Edicion para que se cumpliera la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién fue revelado el brazo del Señor?° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así se cumplía el oráculo que pronunció el profeta Isaías: Señor, ¿quién creyó en nuestro mensaje? ¿Y a quién se ha revelado el poder del Señor? Biblia Reina Valera Gómez (2023) para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor? |
Pero el rey Ezequías y el profeta Isaías, hijo de Amos, opusieron sus oraciones a estas blasfemias y clamaron al cielo;'
Tú con tu mano desposeíste a las gentes y los plantaste a ellos. Afligiste a los pueblos y los arrojaste.
Mi justicia se acerca, ya sale mi salvación, y mi brazo hará justicia a los pueblos. A mí me esperarán las islas y en mi brazo confiarán.
Despierta, despierta, revístete de fortaleza, brazo de Yahvé. Despierta, como los tiempos anteriores, en las generaciones antiguas. ¿No eres tú quien destrozaste a Rahab y atravesaste al dragón?
¿Quién creerá lo que hemos oído?l ¿A quién fue revelado el brazo de Yahvé?
Y Jesús, respondiendo, dijo: Bienaventurado tú, Simón Bar Yona, porque no es la carne ni la sangre quien eso e ha revelado, sino mi Padre, que está en los cielos.
Así que lo crucificaron, se dividieron sus vestidos, echándolos a suertes,
Aunque había hecho tan grandes milagros en medio de ellos, no creían en Él,
Pero es para que se cumpla la palabra que en la Ley de ellos está escrita: “Me aborrecieron sin motivo.”
Mientras Yo estaba con ellos, Yo conservaba en tu nombre a éstos que me has dado, y los guardé, y ninguno de ellos pereció, si no es el hijo de la perdición, para que la Escritura se cumpliese.
Dijéronse, pues, unos a otros: No la rasguemos, sino echemos suertes sobre ella para ver a quién le toca, a fin de que se cumpliese la Escritura: “Dividiéronse mis vestidos y sobre mi'túnica echaron suertes.” Es lo que hicieron los soldados.
Pero no todos obedecen al Evangelio. Porque Isaías dice: “Señor, ¿quién creyó nuestra predicación?”
E Isaías se atreve a decir: “Fui hallado de los que no me buscaban, me dejé ver de los que no preguntaban por mí.”
mas poder y sabiduría de Dios para los llamados, ya judíos, ya griegos.
se dignó revelar en mí a su Hijo para que lo anunciase a los gentiles, al instante, sin pedir consejo a la carne y a la sangre