Levantáronse por la mañana y salieron por el desierto de Tecua, y mientras salían, Josafat, en pie, dijo: “Oídme, Judá y habitantes de Jerusalén: Confiad en Yahvé, vuestro Dios, y seréis seguros; creed a sus profetas, y prosperaréis.”
Juan 11:40 - Biblia Nacar-Colunga Jesús le dijo: ¿No te he dicho que, si creyeres, verás la gloria de Dios? Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús respondió: —¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios? Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús le respondió: '¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?' La Biblia Textual 3a Edicion Jesús le dice: ¿No te dije que si crees verás la gloria de Dios? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jesús le responde: '¿No te dije que, si crees, verás la gloria de Dios?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? |
Levantáronse por la mañana y salieron por el desierto de Tecua, y mientras salían, Josafat, en pie, dijo: “Oídme, Judá y habitantes de Jerusalén: Confiad en Yahvé, vuestro Dios, y seréis seguros; creed a sus profetas, y prosperaréis.”
Elohim, tú eres mi Dios; a ti te busco solícito; sedienta de ti está mi alma; mi carne languidece en pos de ti como tierra árida, sedienta, sin aguas.'
Que tu obra sea vista de tus siervos, y tu magnificencia (brille) sobre sus hijos.
y a la mañana veréis la gloria de Yahvé, pues ha oído vuestras murmuraciones, que van contra Yahvé; porque nosotros, ¿qué somos para que murmuréis contra nosotros?”
Díjoles: Por vuestra poca fe; porque en verdad os digo que, si tuviereis fe como un grano de mostaza, diríais a este monte: Vete de aquí allá, y se iría, y nada os sería imposible.'
Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria como de Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es de muerte, sino para gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.
Contestó Jesús: Ni pecó éste ni sus padres, sino para que se manifiesten en él las obras de Dios.
Con El, pues, hemos sido sepultados por el bautismo en su muerte, para que como El resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros caminemos en novedad de vida.
Todos nosotros a cara descubierta reflejamos la gloria del Señor como en un espejo y nos transformamos en la misma imagen, de gloria en gloria, a medida que obra en nosotros el espíritu del Señor.
Porque Dios, que dijo: Brille la luz del seno de las tinieblas, es el que ha hecho brillar la luz en nuestros corazones para que demos a conocer la ciencia de la gloria de Dios que brilla en el rostro de Cristo.