A los ocho días de nacido, todo varón será circuncidado en vuestras generaciones: los siervos, los nacidos en casa, los comprados, aunque no sean de vuestra estirpe.
Jonás 4:10 - Biblia Nacar-Colunga Yahvé le dijo: Tú tienes lástima del ricino, en el cual no trabajaste por hacerle crecer, que en el espacio de una noche nació y en el de otra noche pereció, Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el Señor le respondió: —Sientes lástima por una planta, aunque tú no hiciste nada para que creciera. Creció rápido y murió rápido. Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé le replicó: 'Te afliges por un ricino que no te ha costado trabajo alguno y que no has hecho crecer, que en una noche ha nacido y en una noche ha muerto. La Biblia Textual 3a Edicion Le dijo YHVH: Te apiadaste de la calabacera, por la cual no trabajaste ni la hiciste crecer, que en una noche nació y en una noche pereció. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yahveh le respondió: 'Así que tú te lamentas por el ricino, por el que ni te has fatigado ni le has hecho crecer; que nació en una noche y en la otra se secó. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y dijo Jehová: Tuviste tú lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció: |
A los ocho días de nacido, todo varón será circuncidado en vuestras generaciones: los siervos, los nacidos en casa, los comprados, aunque no sean de vuestra estirpe.
¿y no voy a tener yo piedad de Nínive, la gran ciudad, donde hay más de ciento veinte mil hombres que no distinguen su mano derecha de la izquierda, y, además, numerosos ?
Entonces dijo Yahvé a Jonas: ¿Te parece bien enojarte por el ricino? Y él respondió: Sí; me parece bien enojarme hasta la muerte.'
Pues mientras el hijo de Isaí viva sobre la tierra, no habrá seguridad ni para ti ni para tu reino. Manda, pues, a prenderle y tráemele, porque hijo es de muerte.”