tenga piedad de él y le diga: “Líbralo de descender a la fosa; yo hallé el rescate (de su vida).”
Jonás 2:6 - Biblia Nacar-Colunga Las aguas me estrecharon hasta el alma, el abismo me envolvió, las algas se enredaron a mi cabeza. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Descendí a los cimientos de los montes; La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre; Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío. Biblia Nueva Traducción Viviente Me hundí hasta las raíces de las montañas. Me quedé preso en la tierra, cuyas puertas se cierran para siempre. Pero tú, oh Señor mi Dios, ¡me arrebataste de las garras de la muerte! Biblia Católica (Latinoamericana) Me subían las aguas hasta el cuello,
el abismo me rodeaba,
las algas se enredaban en mi cabeza. La Biblia Textual 3a Edicion Descendí a los cimientos de los montes, Y cuando la tierra echaba sus cerrojos Para siempre sobre mí, Tú, oh YHVH, Dios mío, Sacaste de la fosa mi vida, Biblia Serafín de Ausejo 1975 El agua me alcanzaba hasta el cuello, el abismo me envolvía, las algas se enredaban en mi cabeza. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Descendí a los cimientos de las montañas; La tierra echó sus cerraduras sobre mí para siempre: Mas tú sacaste mi vida de la corrupción, oh Jehová, Dios mío. |
tenga piedad de él y le diga: “Líbralo de descender a la fosa; yo hallé el rescate (de su vida).”
La cubriste del océano abismal como de un vestido, y las aguas se detuvieron sobre los montes.
y se alzaron los montes y se abajaron los valles hasta el lugar que les habías señalado.
Prendido me habían los lazos de la muerte, me habían sorprendido las ansiedades del “seol”; yo había encontrado la angustia y la tristeza'
Apresúrate a oírme, ¡oh Yahvé! que desfallece mi espíritu. No me ocultes tu rostro, pues sería semejante a los caídos en la fosa.
pues no abandonarás mi alma al “seol” ni permitirás que tu fiel vea la fosa.
Ya me rodeaban las olas de la muerte l0 y me aterrorizaban los torrentes de “belial”;'
Encomienda a Yahvé tu destino, y El te sostendrá, pues no permitirá jamás que el justo vacile.
Tú nos respondes fielmente con portentos, ¡oh Dios de nuestra salvación, esperanza de todos los confines de la tierra y de las islas lejanas!
Yo dije: En la tranquilidad de mis días, voy a caminar hacia las puertas del “seol,” privado del resto de mis años. Y dije: Ya no veré más a Yahvé en la tierra de los vivientes ni contemplaré más al hombre entre los moradores del mundo;'
He aquí que en paz se me ha tornado la amargura y has preservado mi alma del hoyo de la corrupción, porque has echado a tu espalda todos mis pecados.
¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano, y apalpó los cielos, y determinó en un tercio todo el polvo de la tierra, pesó en la romana las montañas, o en la balanza los collados?
te haré bajar con los que cayeron en la fosa, con los pueblos de otros tiempos, y te pondré en las profundidades de la tierra, en las eternas soledades, junto a los que bajaron a la fosa, y no serás habitada jamás, y daré tu gloria a la tierra de los vivientes.
para que no se exalten todos los árboles de junto a las aguas, y no lancen su cima hasta las nubes, y no confíen en su altura cuantos son regados por las aguas, porque todos están destinados a morir, a ir a la morada subterránea entre los hijos de los hombres que bajan a la fosa.
A tu vista tiemblan las montañas, irrumpen diluvios de aguas, alza su voz el abismo del mar, hacia la altura sus manos eleva.
Si se detiene, hace temblar la tierra, y si mira, se conmueven las naciones. Los montes eternos se resquebrajan, se abajan los eternos collados, sus antiguos caminos.
Y yo te digo a ti que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré yo mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.
Ya se ha encendido el fuego de mi ira, y arderá hasta lo profundo del “seol,” y devorará la tierra con sus frutos