El día nueve del cuarto mes del año undécimo de Sedecías era grande el hambre en la ciudad y no había ya pan para la gente del pueblo.
Jeremías 19:9 - Biblia Nacar-Colunga Y les haré comer la carne de sus hijos y de sus hijas, y se comerán unos a otros en las angustias y apreturas con que les estrecharán sus enemigos, que buscan sus vidas. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y les haré comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas, y cada uno comerá la carne de su amigo, en el asedio y en el apuro con que los estrecharán sus enemigos y los que buscan sus vidas. Biblia Nueva Traducción Viviente Me ocuparé de que sus enemigos sitien la ciudad hasta que no haya más comida. Entonces los que queden atrapados adentro se comerán a sus hijos, a sus hijas y a sus amigos. Caerán en una profunda desesperación’”. Biblia Católica (Latinoamericana) Les haré comer la carne de sus hijos e hijas, y se devorarán entre ellos, en medio del angustioso asedio y de la miseria a que los reducirán sus enemigos, que quieren quitarles la vida. La Biblia Textual 3a Edicion Haré que se coman la carne de sus propios hijos y la carne de sus propias hijas, y cada uno comerá la carne de su compañero, en el asedio y la aflicción con que los afligirán sus enemigos y los que buscan su vida. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Les daré a comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas y los unos comerán la carne de los otros, por la angustia y por el aprieto con que los apretarán sus enemigos y quienes atentan contra su vida. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y les haré comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas; y cada uno comerá la carne de su amigo, en el cerco y en el apuro con que los estrecharán sus enemigos y los que buscan sus vidas. |
El día nueve del cuarto mes del año undécimo de Sedecías era grande el hambre en la ciudad y no había ya pan para la gente del pueblo.
Despedazan a derecha, y se quedan con hambre; devoran a izquierda, y no se sacian. Cada cual devora la carne de su prójimo'
y los quebraré chocando unos contra otros, padres contra hijos a la vez, oráculo de Yahvé. No tendré compasión, ni clemencia, ni misericordia para no destruirlos.
Rey, mi señor, han hecho mal esos hombres tratando así a Jeremías, profeta, metiéndole en la cisterna para que muera allí de hambre, pues no hay ya pan en la ciudad.
Res. — Mira, ¡oh Yahvé! y considera a quién has tratado así. ¿Habrán de comer las madres su fruto, a los niños que amamantan? ¿Habrán de ser muertos en el santuario del Señor sacerdotes y profetas?
Yod. — Manos de tiernas mujeres cocieron a sus hijos, sirviéronles de alimento en el quebranto de la hija de mi pueblo.
Por eso dentro de ti se comerán los padres a sus hijos, y los hijos se comerán a sus padres; cumpliré en ti mis juicios, y lo que de ti reste, lo esparciré a todos los vientos.'
Comeréis las carnes de vuestros hijos, comeréis las carnes de vuestras hijas;'