Era malo a los ojos de Yahvé lo que hacía Onán, y le mató también a él.
Génesis 38:9 - Biblia Nacar-Colunga Pero Onán, sabiendo que la prole no era suya, cuando entraba a la mujer de su hermano, se derramaba en tierra para no dar prole a su hermano. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y sabiendo Onán que la descendencia no había de ser suya, sucedía que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, vertía en tierra, por no dar descendencia a su hermano. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Onán no estaba dispuesto a tener un hijo que no fuera su propio heredero. Por eso, cada vez que tenía relaciones sexuales con la mujer de su hermano, derramaba el semen en el suelo. Esto evitaba que ella tuviera un hijo de su hermano. Biblia Católica (Latinoamericana) Onán sabía que aquella descendencia no sería suya, y así, cuando tenía relaciones con su cuñada, derramaba en tierra el semen, para no darle un hijo a su hermano. La Biblia Textual 3a Edicion Pero Onán, sabiendo que la descendencia no sería suya, sucedía que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, vertía en tierra, a fin de no dar descendencia a su hermano. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sabiendo Onán que los hijos no serían suyos, cuando se acercaba a la mujer de su hermano derramaba por tierra, para no dar descendencia a su hermano. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y sabiendo Onán que la simiente no había de ser suya, sucedía que cuando entraba a la esposa de su hermano vertía en tierra, por no dar simiente a su hermano. |
Era malo a los ojos de Yahvé lo que hacía Onán, y le mató también a él.
Cruel es la ira, furiosa la cólera, pero ¿quién podrá parar ante la envidia?
“Cuando dos hermanos habitan uno junto al otro y uno de los dos muere sin dejar hijos, la esposa del muerto no se casará fuera con un extraño; su cuñado irá a ella y la tomará por mujer,'
y el primogénito que de ella tenga se alzará en nombre del hermano muerto para que su nombre no desaparezca de Israel.
Pues nosotros fuimos también alguna vez necios, desobedientes, extraviados, esclavos de toda suerte de concupiscencias y placeres, viviendo en la maldad y en la envidia, dignos de odio, y aborreciéndonos unos a otros;'
Pero, si tenéis en vuestros pechos un corazón lleno de amarga envidia y rencilloso, no os gloriéis ni mintáis contra la verdad;'
Porque donde hay envidias y rencillas, allí hay desenfreno y todo género de males.
¿O pensáis que sin causa dice la Escritura: El Espíritu que mora en vosotros se deja llevar de la envidia?
Noemí les dijo: “Volveos, hijas mías; ¿para qué habéis de venir conmigo? ¿Tengo, por ventura, todavía en mi seno hijos que puedan ser maridos vuestros?'
y que tomo al mismo tiempo por mujer a Rut la moabita, mujer de Majalón, para que no se borre de entre sus hermanos y de la puerta de la ciudad el nombre del difunto. Testigos sois de ello.”