Génesis 3:10 - Biblia Nacar-Colunga Y éste contestó: “Te he oído en el jardín, y, temeroso, porque estaba desnudo, me escondí,” Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. Biblia Nueva Traducción Viviente El hombre contestó: —Te oí caminando por el huerto, así que me escondí. Tuve miedo porque estaba desnudo. Biblia Católica (Latinoamericana) Este contestó: 'He oído tu voz en el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo; por eso me escondí.
Yavé Dios replicó:' La Biblia Textual 3a Edicion Y contestó:° He oído tu sonido en el huerto y he tenido miedo porque estoy desnudo; y me he escondido. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Él contestó: 'Oí el ruido de tus pasos por el jardín, y tuve miedo, porque estoy desnudo, y me escondí'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. |
“¿Y quién, le dijo, te ha hecho saber que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol que te prohibí comer?”
Abriéronse los ojos de ambos, y, viendo que estaban desnudos, cosieron unas hojas de higuera y se hicieron unos ceñidores.
Todo el pueblo oía los truenos y el sonido de la trompeta, y veía las llamas y la montaña humeante, y, atemorizados y llenos de pavor, se estaban lejos.
Dijeron a Moisés: “Habíanos tú, y te escucharemos; pero que no nos hable Dios, no muramos.”
y añadió: “Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.” Moisés se cubrió el rostro, pues temía mirar a Dios.
Moisés, viendo que el pueblo estaba sin freno, pues se lo había quitado Aarón, haciéndole objeto de burla para sus adversarios,
Los pecadores en Sión se espantan, el temblor ha sobrecogido a los impíos. ¿Quién de nosotros podrá morar en el fuego devorador? ¿Quién habitará en los eternos ardores?
¿De quién temes, que te asustas, para renegar de mí, para no acordarte de mí ni hacerme caso? ¿No me he callado y he cerrado los ojos, y tú no me temiste?
¿Por qué, pues, morir devorados por ese gran fuego si seguimos oyendo la voz de Yahvé, nuestro Dios?
porque, si nuestro corazón nos arguye, mejor que nuestro corazón es Dios, que todo lo conoce.
He aquí que vengo como ladrón, bienaventurado el que vela y guarda sus vestidos, para no andar desnudo y que se vean sus vergüenzas.