Toma, pues, tus armas, la aljaba, el arco, y sal al campo a cazar algo,
Génesis 27:2 - Biblia Nacar-Colunga “Mira, le dijo, yo ya soy viejo y no sé cuál será el día de mi muerte. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y él dijo: He aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte. Biblia Nueva Traducción Viviente —Yo ya soy un hombre viejo —dijo Isaac—, y no sé cuándo moriré. Biblia Católica (Latinoamericana) Prosiguió Isaac: 'Mira que ya estoy viejo e ignoro el día de mi muerte. La Biblia Textual 3a Edicion Le dijo: He aquí ahora soy viejo, no sé el día de mi muerte, Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Mira -le dijo-, yo ya soy viejo, y no sé el día de mi muerte. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él dijo: He aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte. |
Toma, pues, tus armas, la aljaba, el arco, y sal al campo a cazar algo,
Cuando los días de Israel se acercaban a su fin, llamó a su hijo José y le dijo: “Si he hallado gracia a tus ojos, pon, te ruego, la mano bajo mi muslo y haz conmigo favor y fidelidad. No me sepultes en Egipto.
Israel dijo a José: “Yo voy a morir, pero Dios estará con vosotros y os reconducirá a la tierra de vuestros padres.
Cuanto tu mano pueda hacer, hazlo alegremente, porque no hay en el sepulcro, adonde vas, ni obra, ni razón, ni ciencia, ni sabiduría.
En aquellos días enfermó Ezequías de enfermedad mortal, y el profeta Isaías, hijo de Amos, fue a verle, y le dijo: Así dice Yahvé: Dispon de tu casa, porque vas a morir, no curarás.
¡Ay Yahvé! acuérdate, te suplico, de que he andado delante de ti con fidelidad e íntegro corazón y que he hecho lo que era bueno a tus ojos. Y se puso a sollozar Ezequías con gran llanto.
Velad, pues, vosotros, porque no sabéis cuándo vendrá el amo de la casa, si por la tarde, si a media noche, o al canto del gallo, o a la madrugada,
no sabéis cuál será vuestra vida de mañana, pues sois humo, que aparece un momento y al punto se disipa.
Y juró nuevamente a David. Pero éste dijo: “Sabe muy bien tu padre que me quieres, y se habrá dicho: Que no lo sepa Jonatán, no vaya a darle pena; pero por Dios y por tu vida, que no hay más que un paso entre mí y la muerte.”