Acordóse Dios de Noé y de todas las fieras y bestias que con él estaban en el arca, e hizo Dios pasar un viento sobre la tierra y comenzaron a menguar las aguas.
Éxodo 6:5 - Biblia Nacar-Colunga sino que ahora he escuchado los gemidos de los hijos de Israel, que tienen los egipcios en servidumbre, y me he acordado de mi alianza. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Asimismo yo he oído el gemido de los hijos de Israel, a quienes hacen servir los egipcios, y me he acordado de mi pacto. Biblia Nueva Traducción Viviente Puedes estar seguro de que he oído los gemidos de los israelitas que ahora son esclavos de los egipcios, y tengo muy presente mi pacto con ellos. Biblia Católica (Latinoamericana) Ahora me acuerdo de mi alianza al oír los gemidos de los hijos de Israel oprimidos por los egipcios. La Biblia Textual 3a Edicion Y ahora Yo he escuchado el gemido de los hijos de Israel, a quienes los egipcios hacen servir, y he recordado mi pacto. Biblia Serafín de Ausejo 1975 He oído también el gemido de los israelitas, oprimido por los egipcios, y me he acordado de mi alianza. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y asimismo yo he oído el gemido de los hijos de Israel, a quienes hacen servir los egipcios, y me he acordado de mi pacto. |
Acordóse Dios de Noé y de todas las fieras y bestias que con él estaban en el arca, e hizo Dios pasar un viento sobre la tierra y comenzaron a menguar las aguas.
y me acordaré de mi pacto con vosotros y con todos los vivientes de la tierra, y no volverán más las aguas del diluvio a destruirla.
Se acordó siempre de su alianza y de la promesa decretada por mil generaciones;'
Pasado mucho tiempo, murió el rey de Egipto, y los hijos de Israel seguían gimiendo bajo dura servidumbre, y clamaron. Sus gritos, arrancados por la servidumbre, subieron hasta Dios.
Y Dios oyó sus gemidos, y se acordó de su alianza con Abraham, Isaac y Jacob.
Yahvé le dijo: “He visto la aflicción de mi pueblo en Egipto y he oído los clamores que le arranca su opresión, y conozco sus angustias.
Pero el rey de Egipto les dijo: “¿Por qué vosotros, Moisés y Aarón, distraéis al pueblo de sus trabajos? Idos al trabajo que os hayan impuesto.”
en todas sus angustias. No fue un mensajero, un ángel; su faz misma los salvó; en su amor y clemencia, El mismo los rescató, y los soportó y sostuvo todos los días de la antigüedad.'
para hacer misericordia con nuestros padres y acordarse de su alianza santa,