Cuando comenzaron a habitar allí, no temían a Yahvé, y Yahvé mandó contra ellos leones, que los devoraban.
Éxodo 5:3 - Biblia Nacar-Colunga Ellos le dijeron: “El Dios de los hebreos se nos ha mostrado. Deja, pues, que vayamos al desierto, tres jornadas de camino, y ofrezcamos sacrificios a Yahvé, para que no venga sobre nosotros peste ni espada.” Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y ellos dijeron: El Dios de los hebreos nos ha encontrado; iremos, pues, ahora, camino de tres días por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios, para que no venga sobre nosotros con peste o con espada. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Aarón y Moisés insistieron: —El Dios de los hebreos nos ha visitado —declararon—. Por lo tanto, déjanos hacer un viaje de tres días al desierto a fin de ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios. Si no lo hacemos, nos matará con una plaga o a filo de espada. Biblia Católica (Latinoamericana) Ellos dijeron: 'El Dios de los hebreos nos ha salido al encuentro. Permite que vayamos al desierto a tres días de camino. Allá ofreceremos sacrificios a Yavé, nuestro Dios, no sea que nos castigue con peste o espada. La Biblia Textual 3a Edicion Ellos dijeron: El Dios de los hebreos nos ha salido al encuentro, permite, pues, que marchemos camino de tres jornadas por el desierto, y ofrezcamos sacrificio a YHVH nuestro Dios, no sea que nos ataque con pestilencia o espada. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijeron ellos: 'El Dios de los hebreos nos ha salido al encuentro. Deja, pues, que hagamos tres días de camino en el desierto, y ofrezcamos sacrificios a Yahveh, nuestro Dios, a fin de que no nos hiera con peste o espada'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ellos dijeron: El Dios de los hebreos nos ha encontrado; iremos, pues, ahora camino de tres días por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios; para que no venga sobre nosotros con pestilencia o con espada. |
Cuando comenzaron a habitar allí, no temían a Yahvé, y Yahvé mandó contra ellos leones, que los devoraban.
No endurezcáis, pues, ahora vuestra cerviz, como vuestros padres. Dad vuestras manos a Yahvé y venid a su santuario, que El ha santificado para siempre, y servid a Yahvé, vuestro Dios, y la ira de su furor se apartará de vosotros.
Que todo cuanto está mandado por el Dios de los cielos se haga puntualmente para la casa del Dios de los cielos, para que no venga su cólera sobre nuestro reino, sobre el rey y sobre sus hijos.
Ellos te escucharán, y tú, con los ancianos de Israel, irás al rey de Egipto y le diréis: Yahvé, el Dios de los hebreos, se nos ha mostrado. Deja, pues, que vayamos camino de tres días por el desierto para sacrificar a Yahvé, nuestro Dios.
y le dices: “Yahvé, Dios de los hebreos, me manda decirte: Deja ir a mi pueblo para que me sacrifique en el desierto. Hasta ahora no me has escuchado.
Yahvé dijo a Moisés: “Dile a Aarón: Extiende tu mano con el cayado sobre los ríos, sobre los canales y sobre los estanques, y haz subir ranas sobre la tierra de Egipto.”
Hízolo así Yahvé, y vino una muchedumbre de tábanos sobre la casa del faraón y las de sus servidores, y sobre la tierra de Egipto, y se corrompió la tierra por los tábanos.
Yahvé hizo lo que le pedía Moisés, y los tábanos se alejaron del faraón, de sus servidores y del pueblo, sin quedar ni uno.
Bate las manos y huella con tu pie, diciendo: ¡Ay! Después de tantas horribles abominaciones, caerá la casa de Israel a espada, de hambre y de peste.
esgrimiré contra vosotros la espada vengadora de mi alianza; os refugiaréis en vuestras ciudades, y yo mandaré en medio de vosotros la peste y os entregaré en manos de vuestros enemigos,'
Yahvé hará que se te pegue la mortandad hasta consumirte sobre la tierra en que vas a entrar para poseerla.