Partieron, y se extendió el terror de Dios por las ciudades del contorno, y no los persiguieron.
Ester 9:2 - Biblia Nacar-Colunga Reuniéronse los judíos en sus ciudades, en todas las provincias del rey Asuero, para poner la mano sobre todos aquellos que buscaban su perdición; y nadie pudo resistirlos, porque el temor de ellos se había apoderado de todos los pueblos.' Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Los judíos se reunieron en sus ciudades, en todas las provincias del rey Asuero, para descargar su mano sobre los que habían procurado su mal, y nadie los pudo resistir, porque el temor de ellos había caído sobre todos los pueblos. Biblia Nueva Traducción Viviente Los judíos se reunieron en sus ciudades, en todas las provincias del rey, para atacar a todo el que intentara hacerles daño; pero nadie pudo hacerles frente porque todos les tenían miedo. Biblia Católica (Latinoamericana) En todas las provincias del reino de Asuero,
se reunieron los judíos en sus ciudades para castigar a los que les habían deseado el mal; nadie pudo oponerles resistencia porque todos los pueblos tenían miedo de los judíos. La Biblia Textual 3a Edicion Y en todas las provincias del rey Asuero los judíos se congregaron en sus ciudades para echar mano a los que habían procurado su desgracia, y nadie pudo resistirlos, porque el temor de ellos había caído sobre todos los pueblos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se reunieron los judíos en sus ciudades, en todas las provincias del rey Asuero, para poner la mano sobre quienes buscaban su desgracia; y nadie les opuso resistencia, porque el terror hacia ellos invadió a todos los pueblos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Los judíos se reunieron en sus ciudades en todas las provincias del rey Asuero, para echar mano sobre los que habían procurado su mal; y nadie pudo contra ellos, porque el temor de ellos había caído sobre todos los pueblos. |
Partieron, y se extendió el terror de Dios por las ciudades del contorno, y no los persiguieron.
Se daba a los judíos, en cualquier ciudad en que estuviesen, permiso para reunirse y defender su vida, y para destruir, matar y exterminar a todos aquellos, con sus niños y mujeres, de cada pueblo y de cada provincia, que tomaran las armas para atacarlos, y para dar sus bienes al pillaje;'
y en cada provincia y en cada ciudad, por dondequiera que llegaron la orden del rey y su edicto, hubo entre los judíos gozo y regocijo, banquetes y fiestas; y muchas de las gentes de los pueblos de las regiones se hicieron judíos, porque se había apoderado de ellos el temor a los judíos.'
los diez hijos de Aman, hijo de Hamedata, el enemigo de los judíos; pero éstos no se dieron al pillaje.'
Sean confundidos y exterminados mis enemigos; cúbranse de vergüenza y de ignominia los que buscan mi mal.'
Mi lengua ensalzará tu justicia todo el día por haber confundido y avergonzado a los que buscan mi mal.
Mi terror te precederá, y perturbaré a todos los pueblos a que llegues, y todos tus enemigos volverán ante ti las espaldas,
Aprended, pueblos, que seréis quebrantados6; apresta del oído todos vosotros, los de lejanas tierras. Armaos, que vais a ser quebrantados; apercibios, que seréis quebrantados.'
Pero Seón, rey de Hesebón, no quiso dejarnos pasar por su territorio, porque Yahvé, tu Dios, hizo inflexible su espíritu y endureció su corazón para entregarle en tus manos, como hoy lo está.
porque era designio de Yahvé que estos pueblos endureciesen su corazón en hacer la guerra a Israel, para que Israel los diese al anatema, sin tener para ellos misericordia, y los destruyera, como Yahvé se lo había mandado a Moisés.
“Yo sé que Yahvé os ha entregado esta tierra; el terror de vuestro nombre se ha apoderado de nosotros,'