a quien Yahvé engrandeció en extremo a los ojos de todo Israel, dándole un reinad glorioso, cual ningún rey lo tuvo antes de él en Israel.
Ester 1:4 - Biblia Nacar-Colunga y él hizo muestras de la espléndida riqueza de su reino y de la brillante magnificencia de su grandeza durante muchos días, Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 para mostrar él las riquezas de la gloria de su reino, el brillo y la magnificencia de su poder, por muchos días, ciento ochenta días. Biblia Nueva Traducción Viviente La celebración duró ciento ochenta días y fue una gran exhibición de la opulenta riqueza de su imperio y de la pompa y el esplendor de su majestad. Biblia Católica (Latinoamericana) Quería mostrarles durante muchos días (ciento ochenta días) la riqueza de su reino y su propia gloria, su riqueza y su éxito. La Biblia Textual 3a Edicion Y por muchos días,° ciento ochenta días, exhibió las riquezas de la gloria de su reino y la magnificencia de su poderío. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Les mostró la riqueza de su gloria regia y el brillo de su magnífica grandeza durante muchos días; durante ciento ochenta días. Biblia Reina Valera Gómez (2023) para mostrar él las riquezas de la gloria de su reino, y el esplendor de su gloriosa majestad, por muchos días, ciento ochenta días. |
a quien Yahvé engrandeció en extremo a los ojos de todo Israel, dándole un reinad glorioso, cual ningún rey lo tuvo antes de él en Israel.
el año tercero de su reinado dio un festín a todos sus príncipes y servidores, 3 Los comandantes del ejército de los persas y de los medos, los grandes y los jefes de las provincias, se reunieron en su presencia,
durante ciento ochenta días. Pasados éstos, el rey dio a todo el pueblo de Susa, la capital, desde el más grande hasta el más pequeño, un festín, que duró siete días, en los jardines del palacio real.
(15) He ahí al hipopótamo, creado por mí, como lo fuiste tú,! que se apacienta de hierba como el buey.
He: Hablan de la magnificencia de la gloria de tu majestad y predican tus maravillas.
Te pidió vida, y se la diste: días que se prolongan para siempre jamás.
Eres el más hermoso de los hijos de los hombres; en tus labios la gracia se ha derramado; por eso te bendijo Dios para siempre.'
Reina Yahvé, se vistió de majestad, vistióse de poder Yahvé y se ciñó; cimentó el orbe: no se conmoverá.'
Y Ezequías se alegró de ello, y les enseñó su casa del tesorot la plata, el oro, los perfumes y ungüentos preciosos, su arsenal y todo cuanto había en sus almacenes. No hubo nada, ni en el palacio ni en sus dependencias, que no les mostrara Ezequías.
y con tu gran sabiduría y tu comercio acrecentaste tu poder y en tu potencia se ensoberbeció tu corazón,
Al momento se cumplió en Nabucodonosor la palabra: fue arrojado de en medio de los hombres y comió hierba como los bueyes, y su cuerpo se empapó del rocío del cielo, hasta que llegaron a crecerle los cabellos como plumas de águila, y las uñas como las de las aves de rapiña.
El Dios Altísimo, ¡oh rey! dio a Nabucodonosor, tu padre, el reino, la grandeza, la gloria y la magnificencia.
De nuevo le llevó el diablo a un monte muy alto, y mostrándole todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,
y, al contrario, para manifestar la riqueza de su gloria, cobró misericordiosamente] sobre los vasos de misericordia, que El preparó para la gloria,
iluminando los ojos de vuestro corazón. Con esto entenderéis cuál es la esperanza a que os ha llamado, cuáles las riquezas y la gloria de la herencia otorgada a los santos,
a quienes quiso Dios dar a conocer cuál es la riqueza de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo en vosotros, la esperanza de la gloria.
Digno eres, Señor, Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder, porque tú creaste todas las cosas y por tu voluntad existen y fueron creadas.