Los objetos de oro y plata eran en número de cinco mil cuatrocientos. Sesbasar lo llevó todo de Babilonia a Jerusalén a la vuelta de la cautividad.
Esdras 4:1 - Biblia Nacar-Colunga Cuando los enemigos de Judá y Benjamín supieron que los vueltos de la cautividad estaban reedificando el templo de Yahvé, Dios de Israel, Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Oyendo los enemigos de Judá y de Benjamín que los venidos de la cautividad edificaban el templo de Jehová Dios de Israel, Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando los enemigos de Judá y de Benjamín oyeron que los desterrados estaban reconstruyendo un templo al Señor, Dios de Israel, Biblia Católica (Latinoamericana) Los adversarios de Judá y de Benjamín supieron que los que habían vuelto del cautiverio estaban construyendo un templo a Yavé Dios de Israel. La Biblia Textual 3a Edicion Pero los adversarios de Judá y de Benjamín oyeron que los hijos del cautiverio reedificaban el Santuario para YHVH, Dios de Israel, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando los enemigos de Judá y de Benjamín oyeron que los que habían vuelto de la cautividad estaban construyendo el templo en honor de Yahveh, Dios de Israel, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando los enemigos de Judá y de Benjamín oyeron que los hijos de los de la cautividad edificaban el templo de Jehová, el Dios de Israel, |
Los objetos de oro y plata eran en número de cinco mil cuatrocientos. Sesbasar lo llevó todo de Babilonia a Jerusalén a la vuelta de la cautividad.
Pero los hijos de la cautividad obraron según se les había dicho. Se eligió a Esdras, sacerdote, y a algunos de los jefes de las casas paternas, todos designados por sus nombres, y éstos se sentaron para resolver el asunto el día primero del mes décimo.
Se publicó por Judá y Jerusalén a todos los hijos de la cautividad que se reuniesen en Jerusalén,
no pudiendo distinguirse en el pueblo entre el clamor de los gritos de alegría y el de los llantos, porque clamaba el pueblo con júbilo, y el ruido se oía hasta lejos.
Los hijos de Israel, los sacerdotes y levitas y los demás que habían venido de la cautividad, hicieron con gozo la dedicación de esta casa de Dios,
habiendo salido de Babilonia el día primero del primer mes, y llegó a Jerusalén el día primero del quinto mes, estando sobre él la mano de su Dios,
Fue, pues, introducido Daniel a la presencia del rey, y tomando el rey la palabra, dijo a Daniel: ¿Eres tú Daniel, de los hijos de Judá, a quien el rey, mi padre, trajo de Jerusalén?
Sabe, pues, y entiende que desde la salida del oráculo sobre el retorno y edificación de Jerusalén hasta un ungido príncipe habrá siete semanas, y en sesenta y dos semanas se reedificarán plaza y foso en la angustia de los tiempos.
porque se me ha abierto una puerta grande y prometedora, aunque hay muchos adversarios.