Los objetos de oro y plata eran en número de cinco mil cuatrocientos. Sesbasar lo llevó todo de Babilonia a Jerusalén a la vuelta de la cautividad.
Esdras 2:2 - Biblia Nacar-Colunga Partieron con Zorobabel: Josué, Nehemías, Seraya, Ráelayas, Mardoqueo, Bilsán, Mispar, Bigraí, Rejum y Baana. Número de los hijos del pueblo de Israel: Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 los cuales vinieron con Zorobabel, Jesúa, Nehemías, Seraías, Reelaías, Mardoqueo, Bilsán, Mispar, Bigvai, Rehum y Baana. El número de los varones del pueblo de Israel: Biblia Nueva Traducción Viviente Sus líderes fueron Zorobabel, Jesúa, Nehemías, Seraías, Reelaías, Mardoqueo, Bilsán, Mispar, Bigvai, Rehum y Baana. Este es el total de los hombres de Israel que regresó del destierro: Biblia Católica (Latinoamericana) Llegaron junto con Zorobabel, Josué, Nehemías, Seraías, Relaías, Mardoqueo, Bilsán, Mispar, Bigvay, Rejum y Baana.
Lista de los hombres del pueblo de Israel: La Biblia Textual 3a Edicion Los que volvieron con Zorobabel fueron: Jesúa, Nehemías, Seraías, Reelaías, Mardoqueo, Bilsán, Mispar, Bigvai, Rehum y Baana. El número de las personas del pueblo de Israel era: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Regresaron con Zorobabel: Josué, Nehemías, Serayas, Reelayas, Mardoqueo, Bilsán, Mispar, Bigvay, Rejún y Baaná. Lista de los hombres del pueblo de Israel: Biblia Reina Valera Gómez (2023) los cuales vinieron con Zorobabel, Jesúa, Nehemías, Seraías, Reelaías, Mardoqueo, Bilsán, Mispar, Bigvai, Rehum y Baana. La cuenta de los varones del pueblo de Israel: |
Los objetos de oro y plata eran en número de cinco mil cuatrocientos. Sesbasar lo llevó todo de Babilonia a Jerusalén a la vuelta de la cautividad.
Ciro, rey de Persia, hizo que los sacara Miírídates, tesorero, que se los entregó a Sesbasar, príncipe de Judá.
Estos son los de la provincia que volvieron del destierro, de los que había llevado cautivos a Babilonia Nabucodonosor, rey de Babilonia, y tornaron a Jerusalén y a Judá, cada uno a su ciudad.
Josué, hijo de Josadac, con sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel, hijo de Saaltiel, con sus hermanos, se levantaron para edificar el altar del Dios de Israel y ofrecer sobre él el holocausto, como está prescrito en la Ley de Moisés, hombre de Dios.
Dijéronles Zorobabel, Josué y los demás jefes de familia de Israel: “No conviene que juntos edifiquemos la casa de nuestro Dios; hemos de ser nosotros solos quienes la edifiquemos a Yahvé, Dios de Israel, pues así lo ha mandado el rey Giro, rey de Persia.”
Rehum, el gobernador, y Simsaí, secretario, escribieron a Artajerjes, rey de Persia, acerca de Jerusalén, esta carta:
y entonces Zorobabel, hijo de Saaltiel, y Josué, hijo de Josadac, se levantaron y comenzaron a edificar la casa de Dios en Jerusalén. Con ellos estaban los profetas de Dios que los asistían.
He aquí los jefes de familias y las genealogías de los que subieron conmigo de Babilonia en el remado de Artajerjes:
Todo Israel, en los días de Zorobabel y en los días de Nehemías, daba las porciones de los cantores y de los porteros, cada cosa en su día. Dábanse a los levitas las cosas sagradas, y los levitas daban a los hijos de Aarón la parte de las cosas consagradas.
Partieron con Zorobabel: Josué, Nehemías, Azarías, Raamías, Najamaní, Mardoqueo, Bilsán, Misperet, Bigbai, Nahum y Baana. Número de los hombres del pueblo de Israel:
En el año segundo del rey Darío, el mes sexto, el día primero, fue la palabra de Yahvé, por mano de Ageo, profeta, a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, y a Josué, hijo de Jeosadac, sumo sacerdote, diciendo:
Oyó Zorobabel, hijo de Sealtiel, y Josué, hijo de Jeosadac, sumo sacerdote, y todo el pueblo la voz de Yahvé, su Dios, y las palabras de Ageo profeta, conforme a la misión que Yahvé, su Dios, le había encomendado para ellos, y temió el pueblo ante Yahvé.
Y despertó Yahvé el espíritu de Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué, hijo de Jeosadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el pueblo, y vinieron y se pusieron a la obra de la casa de Yahvé de los ejércitos, su Dios, (15) el día veinticuatro del mes sexto del segundo año del rey Darío.
(1) El séptimo, a los veintiuno, fue palabra de Yahvé por mano del profeta Ageo, diciendo:
(20) Fue por segunda vez la palabra de Yahvé a Ageo, a los veinticuatro del mismo mes, diciendo:
(3) ¿Quién queda de vosotros que viera esta casa en su primera gloria y cual la veis ahora? ¿No es verdad a vuestros ojos como nada?
Y me hizo ver a Josué, el sumo sacerdote, que estaba en pie delante del ángel de Yahvé y tenia a su diestra a Satán para acusarle.
Porque estaba Josué vestido de vestiduras inmundas, y así en pie delante del ángel.