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Cantares 5:4 - Biblia Nacar-Colunga

Mi amado metió su mano por el agujero (de la llave) y mis entrañas se estremecieron por él.

Tan-awa ang kapitulo
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Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

Mi amado metió su mano por la ventanilla, Y mi corazón se conmovió dentro de mí.

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Mi amante trató de abrir el cerrojo de la puerta, y mi corazón se estremeció dentro de mí.

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Mi amado metió la mano por la cerradura; ¡cómo se me estremeció el corazón!'

Tan-awa ang kapitulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Mi amado extendió° su mano a través del resquicio,° Y mis entrañas se conmovieron por él.

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Mi amado puso su mano en el resquicio, y mis entrañas se estremecieron.

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mi amado metió su mano por la ventanilla de la puerta, y mis entrañas se conmovieron dentro de mí.

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Ubang mga hubad



Cantares 5:4
12 Cross References  

Apresuróse José a buscar dónde llorar, pues se conmovieron sus entrañas a la vista de su hermano; entró en su cámara y allí lloró.'


A los seiscientos años de la vida de Noé, el segundo mes, el día diecisiete de él, se rompieron todas las fuentes del abismo, se abrieron las cataratas del cielo,


Entonces la mujer cuyo era el niño vivo dijo al rey, pues se le conmovían todas las entrañas por su hijo: “¡Oh señor rey, dale a ésa el niño, pero vivo; que no le maten.” Mientras que la otra decía: “Ni para mí ni para ti: que le partan.”


Tu pueblo (se ofrecerá) espontáneamente en el día de tu poder; sobre los montes sagrados será para ti como rocío del seno de la aurora tu juventud.”


Coro. ¡Arrástranos tras de ti, corramos! Introdúcenos, rey, en tus cámaras


¿No es Efraím mi hijo predilecto, mi niño mimado? Pue cuantas veces trato de amenazarle, me acuerdo de él; por eso se conmueven mis entrañas por él, y tengo que tener piedad de él, oráculo de Yahvé.'


Cierta mujer llamada Lidia, temerosa de Dios, purpuraría, de la ciudad de Tiatira, escuchaba atenta. El Señor había abierto su corazón para atender a las cosas que Pablo decía.


y gracias sean dadas a Dios, que puso en el corazón de Tito esta solicitud por vosotros,


Pues Dios es el que obra en vosotros el querer y el obrar según su beneplácito.