Bienaventurado quien me escucha, y vela a mi puerta cada día, y es asiduo en el umbral de mis entradas.
Cantares 3:2 - Biblia Nacar-Colunga Me levanté y di vueltas por la ciudad, por las calles y las plazas, buscando al amado de mi alma. Busquéle y no le hallé. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y dije: Me levantaré ahora, y rodearé por la ciudad; Por las calles y por las plazas Buscaré al que ama mi alma; Lo busqué, y no lo hallé. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que me dije: «Me levantaré y recorreré la ciudad, y buscaré por todas las calles y las plazas. Buscaré a mi amado». Entonces busqué por todas partes pero no lo encontré. Biblia Católica (Latinoamericana) Me levantaré, pues,
y recorreré la ciudad.
Por las calles y las plazas
buscaré al amado de mi alma.
Lo busqué y no lo hallé. La Biblia Textual 3a Edicion Me levantaré ahora e iré por la ciudad, Por las calles y por las plazas. ¡Debo hallar al que ama mi alma! Lo busqué, pero no lo encontré. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Me levanté, recorrí la villa por callejas y plazas, en busca del amado de mi alma. Lo buscaba y no lo hallé. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Me levantaré ahora, y rondaré la ciudad; por las calles y por las plazas buscaré al que ama mi alma; lo busqué, pero no lo hallé. |
Bienaventurado quien me escucha, y vela a mi puerta cada día, y es asiduo en el umbral de mis entradas.
Dime tú, amado de mi alma: ¿Dónde pastoreas, dónde sesteas al mediodía? no venga yo a extraviarme tras de los rebaños de tus compañeros.
Encontráronme los centinelas que hacen la ronda en la ciudad: ¿Habéis visto al amado de mi alma?
Me levanté para abrir a mi amado* Mis manos destilaron mirra, y mis dedos mirra exquisita, en el pestillo de la cerradura.
(6) Y nadie invoca tu nombre ni despierta para unirse a ti. Porque has ocultado tu rostro de nosotros y nos has entregado a nuestras iniquidades.
Recorred las calles de Jerusalén, ved e informaos; buscad por sus plazas a ver si halláis un varón, uno solo, que obre justicia, que busque fidelidad, y le perdonaré.'
Y esto, ya que conocéis en qué tiempo estamos, porque es hora de levantaros del sueño, pues nuestra salud está ahora más cercana que cuando creímos.
Volved, como es justo, a la cordura y no pequéis, porque algunos viven en la ignorancia de Dios. Para vuestra confusión os lo digo.
Por lo cual dice: “Despierta tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te iluminará Cristo.”