¿No decían las gentes de mi tienda: “Quién habrá que no se haya saciado de su carne”?
Apocalipsis 17:16 - Biblia Nacar-Colunga Los diez cuernos que ves, igual que la bestia, aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda, y comerán sus carnes, y la quemarán al fuego. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y los diez cuernos que viste en la bestia, estos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego; Biblia Nueva Traducción Viviente Tanto la bestia escarlata como sus diez cuernos odian a la prostituta. La desnudarán, comerán su carne y quemarán con fuego lo que quede de ella. Biblia Católica (Latinoamericana) Los diez cuernos y la misma bestia planearán maldades contra la prostituta, la arruinarán y la dejarán desnuda, comerán sus carnes y la consumirán por el fuego. La Biblia Textual 3a Edicion Y los diez cuernos que viste, y la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda, y devorarán sus carnes, y a ella la quemarán con fuego; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los diez cuernos que has visto y la bestia odiarán a la prostituta y la dejarán despojada y desnuda; comerán sus carnes y la abrasarán con fuego. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los diez cuernos que viste en la bestia, estos aborrecerán a la ramera, y la harán desolada y desnuda; y comerán sus carnes, y la quemarán con fuego; |
¿No decían las gentes de mi tienda: “Quién habrá que no se haya saciado de su carne”?
Cuando los malignos me asaltan para devorar mis carnes, son ellos, mis adversarios y enemigos, los que vacilan y caen.
Y he aquí que una segunda bestia, semejante a un oso, y que tenía en su boca entre los dientes tres costillas, se estaba a un lado, y le dijeron: Levántate a comer mucha carne.
Si la hija de un sacerdote se profana prostituyéndose, profana a su padre y será quemada en el fuego.
Apareció en el cielo otra señal, y vi un gran Dragón, de color de fuego, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y sobre la cabeza siete coronas.
El sexto derramó su copa sobre el gran río Eufrates, y secóse su agua, de suerte que quedó expedito el camino a los reyes del naciente sol.
y son siete reyes, de los cuales cinco cayeron, el uno existe y el otro no ha llegado todavía; pero, cuando venga, permanecerá poco tiempo.'
Y arrojaron ceniza sobre sus cabezas, y gritaron, llorando y lamentándose, y diciendo: ¡Ay, ay de la ciudad grande, en la cual se enriquecieron todos cuantos tenían navíos en el mar, a causa de su suntuosidad, porque en una hora quedó devastada!
por eso vendrán en un día sus plagas, la mortandad, el duelo y el hambre, y será consumida por el fuego, pues poderoso es el Señor Dios que la ha juzgado.
para comer las carnes de los reyes, las carnes de los tribunos, las carnes de los valientes, las carnes de los caballos y de los que cabalgan en ellos, las carnes de todos los libres y de los esclavos, de los pequeños y de los grandes.