La voz de Yahvé retuerce las encinas, despoja las selvas. Y en su templo todo dice: “¡Gloria!”
Apocalipsis 15:8 - Biblia Nacar-Colunga Se llenó el templo de humo de la gloria de Dios y de su poder, y nadie podía entrar en el templo hasta que se hubiesen consumado las siete plagas de los siete ángeles. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y el templo se llenó de humo por la gloria de Dios, y por su poder; y nadie podía entrar en el templo hasta que se hubiesen cumplido las siete plagas de los siete ángeles. Biblia Nueva Traducción Viviente El templo se llenó del humo de la gloria y el poder de Dios. Nadie podía entrar en el templo hasta que los siete ángeles terminaran de derramar las siete plagas. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces el Santuario se llenó de humo por estar allí la gloria de Dios y su poder, de modo que nadie podía entrar en él hasta que se consumaran las siete plagas de los siete ángeles. La Biblia Textual 3a Edicion Y el santuario se llenó de humo° por la gloria de Dios y por su poder; y nadie podía entrar en el santuario hasta que fueran consumadas las siete plagas de los siete ángeles. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El santuario se llenó de humo procedente de la gloria de Dios y de su poder y nadie podía entrar en el santuario hasta que se consumaran las siete plagas de los siete ángeles. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el templo se llenó de humo de la gloria de Dios, y de su poder; y nadie podía entrar en el templo, hasta que fuesen consumadas las siete plagas de los siete ángeles. |
La voz de Yahvé retuerce las encinas, despoja las selvas. Y en su templo todo dice: “¡Gloria!”
Todo el Sinaí humeaba, pues había descendido Yahvé en medio del fuego, y subía el humo, como el humo de un horno, y todo el pueblo temblaba.
Y Yahvé me dijo: Aunque se me pusieran delante Moisés y Samuel, no se volvería mi alma a este pueblo. Quítalos de mi presencia, que se vayan.
Sámec. — Te has cubierto de una nube para que no llegue a ti la plegaria.
dijo Yahvé a Moisés: “Di a tu hermano Aarón que no entre nunca en el santuario a la parte interior del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, no sea que muera, pues yo me muestro en la nube sobre el propiciatorio,
¡Oh profundidad de la riqueza, de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuan insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!
Esos serán castigados a eterna ruina, lejos de la faz del Señor y de la gloria de su poder,
Vi en el cielo otra señal grande y maravillosa, siete ángeles que tenían siete plagas, las postreras, porque con ellas se consuma la ira de Dios.
Su brillo era semejante a la piedra más preciosa, como la piedra de jaspe pulimentada.