No entre mi alma en sus designios ni se una mi corazón a su asamblea, porque en su furor degollaron hombres y caprichosamente desjarretaron toros.
2 Samuel 8:4 - Biblia Nacar-Colunga Tomóle David mil setecientos caballeros y veinte mil infantes; desjarretó a todos los caballos de los carros de guerra, no dejando más de cien tiros de carros.' Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y tomó David de ellos mil setecientos hombres de a caballo, y veinte mil hombres de a pie; y desjarretó David los caballos de todos los carros, pero dejó suficientes para cien carros. Biblia Nueva Traducción Viviente David capturó mil carros de guerra, siete mil conductores de carros de guerra y veinte mil soldados de infantería. Les lisió los caballos de tiro, excepto los necesarios para cien carros de guerra. Biblia Católica (Latinoamericana) Le capturó mil setecientos combatientes en carros y veinte mil hombres de infantería. David cortó los jarretes a todos los caballos y se quedó sólo con cien. La Biblia Textual 3a Edicion David le capturó mil setecientos jinetes° y veinte mil hombres de infantería, y desjarretó David los caballos° de tiro, dejando sólo los de cien carros.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 David le capturó mil setecientos jinetes y veinte mil infantes y desjarretó todos los caballos de tiro, dejando sólo los de cien carros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y les tomó David mil carros y setecientos hombres de a caballo y veinte mil hombres de a pie; y desjarretó David los caballos de todos los carros, excepto los de cien carros que dejó. |
No entre mi alma en sus designios ni se una mi corazón a su asamblea, porque en su furor degollaron hombres y caprichosamente desjarretaron toros.
Reunió carros y caballos• Tenía mil cuatrocientos carros y doce mil jinetes, que puso en las ciudades donde tenía los carros, y en Jerusalén, cerca del rey.
Le tomó David mil carros, siete mil caballeros y veinte mil infantes; desjarretó a todos sus caballos de tiro, no conservando más que los de cien carros.'
Ahora sé que otorga Yahvé la victoria a su ungido, que le responde desde su santo cielo con las proezas salvadoras de su diestra.
pero que no tenga gran número de caballos ni pretenda volver al pueblo a Egipto, porque Yahvé, tu Dios, ha dicho: “No volváis nunca jamás por ese camino.”
Yahvé dijo a Josué: “No los temas, porque mañana, a esta misma hora, yo te los daré traspasados delante de Israel: desjarretarás sus caballos y quemarás sus carros.”
Josué los trató como Yahvé se lo había dicho; solto sus caballos y dio al fuego sus carros.'