Online nga Bibliya

Mga paanunsiyo


Ang tibuok bibliya Daang Tugon Bag-ong Tugon




2 Samuel 22:5 - Biblia Nacar-Colunga

Ya me rodeaban con estrépito las olas de la muerte, ya me aterrorizaban los torrentes del averno,

Tan-awa ang kapitulo
Ipakita Interlinear Bible

Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

Me rodearon ondas de muerte, Y torrentes de perversidad me atemorizaron.

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

»Las olas de la muerte me envolvieron; me arrasó una inundación devastadora.

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Las olas de la muerte me envolvían, los torrentes devastadores me aterraban,

Tan-awa ang kapitulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Cuando me cercaban las olas de la Muerte, Y torrentes destructores me aterraban,

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Las olas de la muerte me circundan, las aguas del averno me atropellan,

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Cuando me cercaron las ondas de la muerte, y los torrentes de hombres inicuos me atemorizaron,

Tan-awa ang kapitulo
Ubang mga hubad



2 Samuel 22:5
12 Cross References  

Alabándole, invoco a Yahvé, y de mis enemigos seré salvo.


Un remolino llama a otro remolino con el rumor de tus cascadas, todas tus ondas y tus olas pasan sobre mi.


Y temerán desde el poniente el nombre de Yahvé, y desde el nacimiento del sol su gloria, porque vendrá como torrente impetuoso, empujado por el soplo de Yahvé.


Clamé a Yahvé en mi angustia y El me oyó. Desde el seno del “Seol” clamé, y tú escuchaste mi voz.


Cuando viereis a Jerusalén cercada por los ejércitos, entended que se aproxima su desolación.


Guando se dicen: “Paz y seguridad,” entonces, de improviso, les sobrevendrá la ruina, como los dolores del parto a la preñada, y no escaparán.


Vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo, y me dijo: Ven, te mostraré el juicio de la gran Ramera que está sentada sobre las grandes aguas,


Me dijo: Las aguas que ves, sobre las cuales está sentada la ramera, son los pueblos, las muchedumbres, las naciones y las lenguas.