También mandó llamar Absalón a Ajitofel, guilonita, del consejo de David, a su ciudad de Güilo, que estuvo con él mientras hacía sus sacrificios. La conjuración iba creciendo, y llegó a ser grande, pues iban aumentando los secuaces de Absalón.
2 Samuel 17:23 - Biblia Nacar-Colunga Ajitofel, viendo que no se había seguido su consejo, aparejó su asno, levantóse, se fue a su casa de la ciudad y, después de tomar disposiciones acerca de su casa, se ahorcó, y, muerto, fue sepultado en el sepulcro de su padre. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Pero Ahitofel, viendo que no se había seguido su consejo, enalbardó su asno, y se levantó y se fue a su casa a su ciudad; y después de poner su casa en orden, se ahorcó, y así murió, y fue sepultado en el sepulcro de su padre. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Ahitofel se dio cuenta de que no se había seguido su consejo, ensilló su burro y se fue a su pueblo natal, donde puso sus asuntos en orden y se ahorcó. Murió allí y lo enterraron en la tumba de la familia. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando Ajitofel vio que no se había seguido su consejo, ensilló su burro y regresó a la casa que tenía en la ciudad, puso todo en orden en su casa y se ahorcó. La Biblia Textual 3a Edicion Ahitofel entonces, viendo que no se había seguido su consejo, enalbardó el asno, y subiendo en él, se fue a su casa, a su ciudad; y dispuso su familia, y se ahorcó, y murió, y fue enterrado en el sepulcro de su padre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando Ajitófel vio que no se había seguido su consejo, aparejó el asno, emprendió el camino y se fue a su casa, a su ciudad; después de disponer de sus cosas, se ahorcó y murió. Fue sepultado en el sepulcro de su padre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando Ahitofel vio que no habían seguido su consejo, enalbardó su asno, y se levantó, y se fue a su casa en su ciudad; y después de poner su casa en orden, se ahorcó y murió. Y fue sepultado en el sepulcro de su padre. |
También mandó llamar Absalón a Ajitofel, guilonita, del consejo de David, a su ciudad de Güilo, que estuvo con él mientras hacía sus sacrificios. La conjuración iba creciendo, y llegó a ser grande, pues iban aumentando los secuaces de Absalón.
Dieron aviso a David de que Ajitofel estaba entre los conjurados, y dijo David: “Confunde, ¡oh Yahvé! el consejo de Ajitofel.”
Consejo que daba Ajitofel era mirado como si fuera palabra de Yahvé; tal era la confianza que el consejo de Ajitofel inspiraba lo mismo a David que a Absalón.'
Levantóse entonces David con todo el pueblo que con él estaba, y pasaron el Jordán, y al alba no quedaba uno que no hubiera pasado el Jordán.
Cuando Zimri vio que era tomada la ciudad, se metió en el palacio real y puso fuego a la casa con él dentro, y así murió,
Por entonces enfermó de muerte Ezequías, y el profeta Isaías, hijo de Amos, vino a él y le dijo: “Así dice Yahvé: Dispon de tu casa, porque vas a morir y no vivirás más.”
¿No es la desgracia para el inicuo, y el infortunio para los obradores de iniquidad?
Tal sea la recompensa de Yahvé para los que me acusan y para los que hablan malamente contra mi alma.
Pues no hay en su boca sinceridad; su interior no es más que malicia; un sepulcro abierto es su garganta, halagan con sus lenguas.'
Encomienda a Yahvé tu destino, y El te sostendrá, pues no permitirá jamás que el justo vacile.
La soberbia es heraldo de la ruina, y la altivez de corazón, de la caída.
La necedad del hombre tuerce sus caminos, y luego le echa la culpa a Yahvé.
En aquellos días enfermó Ezequías de enfermedad mortal, y el profeta Isaías, hijo de Amos, fue a verle, y le dijo: Así dice Yahvé: Dispon de tu casa, porque vas a morir, no curarás.
Y, arrojando las monedas de plata en el templo, se retiró, fue y se ahorcó.