Dijo, pues, Abraham al más antiguo de los siervos de su casa, el que administraba cuanto tenía: “Pon, te ruego, tu mano bajo mi muslo,
2 Samuel 12:17 - Biblia Nacar-Colunga Los ancianos de su casa fueron a él para hacer que se levantase de la tierra, mas él no quiso, y ni comía con ellos. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y se levantaron los ancianos de su casa, y fueron a él para hacerlo levantar de la tierra; mas él no quiso, ni comió con ellos pan. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces los ancianos de su casa le rogaban que se levantara y comiera con ellos, pero él se negó. Biblia Católica (Latinoamericana) Los ancianos de su casa le insistían para que se levantara, pero se negaba y no ingirió ningún alimento con ellos. La Biblia Textual 3a Edicion Y los ancianos de su casa se pusieron a su lado para levantarlo del suelo, pero él no quiso, ni tampoco comió° con ellos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los principales de su casa se dirigían a él para convencerle de que se levantara del suelo, pero él no quiso, ni comía tampoco con ellos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y levantándose los ancianos de su casa fueron a él para hacerlo levantar de tierra; mas él no quiso, ni comió con ellos pan. |
Dijo, pues, Abraham al más antiguo de los siervos de su casa, el que administraba cuanto tenía: “Pon, te ruego, tu mano bajo mi muslo,
Venían todos sus hijos y sus hijas a consolarle; pero él rechazaba todo consuelo, diciendo: “En duelo bajaré al “seol,” a mi hijo.” Y su padre le lloraba.'
Al séptimo día murió el niño, y los servidores no se atrevían a darle la noticia de su muerte, pues se decían: “Si cuando aún vivía el niño le hablábamos y no quería oír nuestra voz, ¿cuánto más no lo hará cuando le digamos que el niño ha muerto?”
y se acercaron a David para hacerle tomar algún alimento antes de que acabase el día; pero David juró: “Hágame esto Yahvé y esto me añada si como nada antes de la puesta del sol.”
Pues se desvanecen como humo mis días y se tuestan mis huesos como en horno.
(19) Fuese luego el rey a su palacio, y se acostó ayuno; no se tocaron ante él instrumentos de música y huyó de sus ojos el sueño.'
El contestó: “No comeré nada.” Sus servidores, uniéndose a la mujer, insistieron, y él se rindió a sus instancias. Levantóse de tierra y se sentó sobre el diván.