Online nga Bibliya

Mga paanunsiyo


Ang tibuok bibliya Daang Tugon Bag-ong Tugon




1 Samuel 9:7 - Biblia Nacar-Colunga

Saúl dijo al mozo: “Vamos allá; pero ¿qué vamos a llevarle a ese hombre de Dios? Ya no hay provisiones en las alforjas, y nosotros no tenemos nada que podamos ofrecerle como presente.”

Tan-awa ang kapitulo
Ipakita Interlinear Bible

Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

Respondió Saúl a su criado: Vamos ahora; pero ¿qué llevaremos al varón? Porque el pan de nuestras alforjas se ha acabado, y no tenemos qué ofrecerle al varón de Dios. ¿Qué tenemos?

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

—Pero no tenemos nada que ofrecerle —respondió Saúl—. Hasta nuestra comida se acabó y no tenemos nada para darle.

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Saúl dijo al muchacho: 'Si vamos a verlo, ¿qué podremos ofrecer a ese hombre? Ya no tenemos pan en nuestros bolsos y no tenemos ningún regalo que ofrecer al hombre de Dios. ¿Qué podemos obsequiarle?'

Tan-awa ang kapitulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Saúl respondió a su criado: Pero si vamos, ¿qué llevaremos al varón? Porque el pan de nuestras alforjas se ha acabado. No tenemos presente que llevar al varón de Dios. ¿Qué tenemos?

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Respondió Saúl a su criado: 'Bien. Iremos, pero ¿qué le llevaremos a ese hombre? Porque se han agotado ya las provisiones de nuestras alforjas, y no tenemos ningún regalo que podamos ofrecer al hombre de Dios. ¿Qué nos queda?'.

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y Saúl respondió a su criado: Vamos ahora: ¿mas qué llevaremos al varón? Porque el pan de nuestras alforjas se ha acabado, y no tenemos qué ofrecerle al varón de Dios: ¿Qué tenemos?

Tan-awa ang kapitulo
Ubang mga hubad



1 Samuel 9:7
10 Cross References  

Entonces dijo el rey al hombre de Dios: “Vente conmigo a mi casa para tomar algo y te haré un presente.”


Coge contigo diez panes, tortas y una vasija de miel, y entra en su casa, y él te dirá lo que va a ser del niño.”


Llegó de Baalsalisa un hombre a traer al hombre de Dios el pan de las primicias, veinte panes de cebada, y espigas nuevas en su saco. Elíseo dijo: “Da a esas gentes; que coman.”


Volvió Naamán al hombre de Dios con todo su séquito, y, cuando llegó, se presentó a él, diciendo: “Ahora conozco que no hay en toda la tierra Dios sino en Israel. Dígnate aceptar un presente de parte de tu siervo.”


y el rey de Siria dijo: “Pues anda, vete a la tierra de Israel, y y0 mandaré una carta al rey de Israel.” Partió él, llevando diez talentos de plata, seis mil siclos de oro, diez vestidos nuevos


El rey dijo a Jazael: “Toma contigo un presente y vete a ver al hombre de Dios, y consulta por mí a Yahvé si curaré de esta enfermedad.”


Fue Jazael a su encuentro, llevando consigo un presente, todo lo mejor que había en Damasco, la carga de cuarenta camellos. Llegado, se presentó a él y le dijo: “Tu hijo Ben Hadad, rey de Siria, me manda a ti para preguntarte: ¿Curaré de esta enfermedad?”


Vosotras, por dos puñados de cebada o dos pedazos de pan, me deshonráis ante mi pueblo, predicando la muerte de quien no ha de morir, y prometiendo la vida a quien no vivirá, y engañando así a mí pueblo, que se cree las mentiras.


y no te vayas de aquí hasta que vuelva yo con una ofrenda y te la presente.” Y él le dijo: “Aquí me estaré hasta que tú vuelvas.”