Llegué hoy a la fuente y dije: “Yahvé, Dios de mi señor Abraham, te ruego que, si en verdad quieres prosperar el camino que traigo,
1 Samuel 9:6 - Biblia Nacar-Colunga El mozo le dijo: “Mira, en esta ciudad hay un hombre de Dios muy famoso. Cuanto él dice, seguramente sucede. Vamos, pues, allá, que quizá él nos diga el camino que hemos de seguir.” Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Él le respondió: He aquí ahora hay en esta ciudad un varón de Dios, que es hombre insigne; todo lo que él dice acontece sin falta. Vamos, pues, allá; quizá nos dará algún indicio acerca del objeto por el cual emprendimos nuestro camino. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero el siervo dijo: —¡Se me ocurre algo! En esta ciudad vive un hombre de Dios. La gente lo tiene en gran estima porque todo lo que dice se cumple. Vayamos a buscarlo; tal vez pueda decirnos por dónde ir. Biblia Católica (Latinoamericana) El sirviente le respondió: 'En ese pueblo hay un hombre de Dios. Es un hombre muy estimado, todo lo que predice ocurre. Vamos a verlo, a lo mejor nos indica el camino que debemos seguir'. La Biblia Textual 3a Edicion Pero él le respondió: Precisamente en esta ciudad hay un varón de Dios, que es varón insigne: todas las cosas que él dice acontecen sin falta. Vamos pues allá, quizá nos diga el camino por donde hemos de ir. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Le dijo entonces el criado: 'Mira: precisamente hay en esta ciudad un hombre de Dios. Es un hombre muy estimado: todo lo que anuncia sucede sin falta. Vamos ahora allí; quizá nos muestre el camino que hemos de seguir'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él le respondió: He aquí ahora hay en esta ciudad un hombre de Dios, que es varón insigne; todo lo que él dice, sucede sin falta. Vamos, pues, allá; quizá nos enseñará nuestro camino por donde hayamos de ir. |
Llegué hoy a la fuente y dije: “Yahvé, Dios de mi señor Abraham, te ruego que, si en verdad quieres prosperar el camino que traigo,
Y siguió diciendo a Sadoc: “Tú y Abiatar volveos en paz a la ciudad con Ajimas, tu hijo, y con Jonatán, hijo de Abiatar. Vayan vuestros dos hijos con vosotros.
Llegó de Judá a Betel un hombre de Dios, por mandato de Yahvé, mientras estaba Jeroboam en el altar para sacrificar;'
Cuando supo Elíseo que el rey de Israel había rasgado sus vestiduras, mandó a decir al rey: “¿Por qué has rasgado tus vestiduras ? Hazle venir a mí, y sabrá que hay en Israel un profeta.”
Y el hombre de Dios le preguntó: “¿Dónde ha caído?” El le indicó el lugar, y Elíseo, cortando un trozo de madera, lo arrojó al mismo lugar, y el hierro sobrenadó.
Mem. ¿Quién es el hombre temeroso de Dios? El le enseñará el camino que ha de elegir.
pero mantiene la palabra de sus siervos y cumple los designios de sus mensajeros; el que dice a Jerusalén: Serás habitada, y a las ciudades de Judá: Seréis reedificadas; yo levantaré sus ruinas;'
He aquí las bendiciones con que antes de morir bendijo Moisés a los hijos de Israel.
Vosotros y Dios sois testigos de nuestra conducta santa, justa, irreprochable para con los que creíais.
y que tengáis con ellos la mayor caridad por su labor. Vivid en paz entre vosotros.
Pero tú, hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, la caridad, la paciencia, la mansedumbre.
Vino a Helí un hombre de Dios y le dijo: “Así habla Yahvé. Yo me revelé claramente a la casa de tu padre cuando eran esclavos en Egipto, en la casa del Faraón.
El mozo le dijo: “Mira, he encontrado un cuarto de siclo de plata; se lo daré al hombre de Dios y él nos indicará nuestro camino.”