Mientras que Esdras lloraba postrado ante la casa de Dios y hacía esta plegaria y esta confesión, habíase reunido junto a él una gran muchedumbre de gentes de Israel” Hombres, mujeres, niños y todos derramaban abundantes lágrimas.
1 Samuel 30:4 - Biblia Nacar-Colunga alzaron la voz y lloraron hasta más no poder. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces David y la gente que con él estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar. Biblia Nueva Traducción Viviente lloraron a más no poder. Biblia Católica (Latinoamericana) David y el pueblo que lo acompañaba se pusieron a gritar y a llorar hasta que quedaron sin aliento para llorar. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces David y la gente que estaba con él alzaron su voz y lloraron, hasta que no les quedaron más fuerzas para llorar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 David y los que le acompañaban alzaron la voz y lloraron hasta más no poder. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces David y la gente que con él estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar. |
Mientras que Esdras lloraba postrado ante la casa de Dios y hacía esta plegaria y esta confesión, habíase reunido junto a él una gran muchedumbre de gentes de Israel” Hombres, mujeres, niños y todos derramaban abundantes lágrimas.
Entonces toda la muchedumbre rompió a gritar, y el pueblo se pasó toda la noche llorando;'
Moisés refirió todo esto a los hijos de Israel, y el pueblo quedó desolado.
Cuando el ángel de Yahvé hubo dicho estas palabras a todos los hijos de Israel, lloraron todos a voces.
Vino el pueblo de Betel y estuvo allí ante Dios toda la tarde. Alzando su voz, lamentábase grandemente, diciendo:
Vinieron mensajeros a Gueba de Saúl, y contaron al pueblo esto, y el pueblo todo lloró a voz en grito.
Cuando llegaron David y sus gentes a la ciudad y vieron que había sido quemada y que sus mujeres, hijos e hijas habían sido llevados cautivos,
Cuando llegó, estaba Helí sentado en una silla, a la vera del camino, cerca de la puerta, esperando, pues su corazón temblaba por el arca de Dios. Entró el hombre en la ciudad para informarla, y toda ella fue un grito.