Además, haría yo traición a mi vida, pues al rey nada se le esconde, y tú mismo testificarías contra mí.”
1 Samuel 28:9 - Biblia Nacar-Colunga Ella contestó: “Bien sabrás lo que ha hecho Saúl, que ha borrado de esta tierra a todos los evocadores y adivinos. ¿Me tiendes un lazo para hacerme morir?” Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y la mujer le dijo: He aquí tú sabes lo que Saúl ha hecho, cómo ha cortado de la tierra a los evocadores y a los adivinos. ¿Por qué, pues, pones tropiezo a mi vida, para hacerme morir? Biblia Nueva Traducción Viviente —¿Está tratando de que me maten? —preguntó la mujer—. Usted sabe que Saúl ha expulsado a todos los médiums y a todos los que consultan los espíritus de los muertos. ¿Por qué me tiende una trampa? Biblia Católica (Latinoamericana) La mujer le respondió: 'Debes saber que Saúl hizo desaparecer del país a todos los adivinos y a los que invocan a los espíritus, ¿me estás tendiendo una trampa?' La Biblia Textual 3a Edicion Y la mujer le dijo: He aquí, tú sabes lo que Saúl ha hecho, cómo ha exterminado de la tierra a nigromantes y adivinos; ¿por qué pones tropiezo a mi vida para hacer que muera? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondió ella: 'Tú bien sabes lo que ha hecho Saúl, que ha extirpado del país a los nigromantes y adivinos. ¿Por qué tiendes una asechanza contra mi vida para hacerme morir?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y la mujer le dijo: He aquí tú sabes lo que Saúl ha hecho, cómo ha quitado de la tierra a los que tienen espíritus de pitonisa, y a los adivinos: ¿Por qué, pues, pones tropiezo a mi vida, para hacerme morir? |
Además, haría yo traición a mi vida, pues al rey nada se le esconde, y tú mismo testificarías contra mí.”
Leída la carta, el rey de Israel rasgó sus vestiduras y dijo: “¿Soy yo acaso Dios para dar la vida o la muerte, que así se dirige a mí para que yo cure a un hombre de su lepra? Sabed, pues, y ved que me busca querella.”
No acudáis a los que evocan a los muertos ni a los adivinos, ni los consultéis, para no mancharos con su trato. Yo, Yahvé, vuestro Dios.
Saúl le juró por Yahvé, diciendo: “Como vive Yahvé que por esto no te ha de venir ningún mal.”
Había muerto Samuel. Todo Israel le había llorado, y había sido sepultado en Rama, su ciudad. Saúl había hecho desaparecer de aquella tierra a todos los evocadores de los muertos y adivinos.