Estos son los que vinieron a unirse a David en Siceleg, cuando estaba alejado de Saúl, hijo de Quis, y fueron parte de los valientes que le prestaron su ayuda durante la guerra.
1 Samuel 27:2 - Biblia Nacar-Colunga Levantóse, pues, y pasó con los seiscientos hombres que le seguían a la tierra de Aquis, hijo de Maoc, rey de Gat. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Se levantó, pues, David, y con los seiscientos hombres que tenía consigo se pasó a Aquis hijo de Maoc, rey de Gat. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que David tomó a sus seiscientos hombres y fue y se unió a Aquis, hijo de Maoc, rey de Gat. Biblia Católica (Latinoamericana) Pasó entonces David con seiscientos hombres a donde el rey de Gat, Aquis, hijo de Maoc. La Biblia Textual 3a Edicion Y David se levantó, y con los seiscientos hombres que tenía consigo, se pasó a Aquís hijo de Maoc, rey de Gat. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Partió, pues, David y con sus seiscientos hombres se pasó a Aquís, hijo de Maoc, rey de Gat. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Se levantó, pues, David, y con los seiscientos hombres que tenía consigo se pasó a Aquís, hijo de Maoc, rey de Gat. |
Estos son los que vinieron a unirse a David en Siceleg, cuando estaba alejado de Saúl, hijo de Quis, y fueron parte de los valientes que le prestaron su ayuda durante la guerra.
El sacerdote respondió: “Ahí está la espada de Goliat, el filisteo, que tú mataste en el valle del Terebinto. Allí la tienes envuelta en un paño, detrás del “efod”; si ésta quieres, cógela, pues otra no hay.” David le dijo: “Ninguna mejor; dámela.”
Levantóse, pues, David y, huyendo de Saúl, se encaminó aquel mismo día a Aquis, rey de Gat.
Entonces David dijo: “Cíñase cada uno su espada.” Ciñéronsela, y se ciñó también David la suya, y salió con unos cuatrocientos hombres, dejando doscientos custodiando el bagaje.
y David consultó a Yahvé, diciendo: “¿He de perseguir a esa banda? ¿La alcanzaré?” Yahvé respondió: “Persigúela, porque de cierto la alcanzarás y recobrarás.”
Púsose David en marcha con los seiscientos hombres que le seguían. Cuando llegaron al torrente de Besor, doscientos quedaron sin pasar más allá, rezagados por la fatiga.