Mandó de nuevo Ocozías, por tercera vez, a un quincuagenario con sus cincuenta hombres. Este tercero subió, y a su llegada se prosternó ante Elías suplicándole, y le dijo: “Hombre de Dios, sea preciosa a tus ojos mi vida y la vida de tus siervos.
1 Samuel 26:21 - Biblia Nacar-Colunga Saúl dijo: “He pecado. Vuelve, David, hijo mío, que yo no te haré ya mal, puesto que mi vida ha sido hoy preciosa a tus ojos. He obrado como un insensato y he faltado mucho.” Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces dijo Saúl: He pecado; vuélvete, hijo mío David, que ningún mal te haré más, porque mi vida ha sido estimada preciosa hoy a tus ojos. He aquí yo he hecho neciamente, y he errado en gran manera. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Saúl confesó: —He pecado. Hijo mío, vuelve a casa, y ya no trataré de hacerte daño, porque hoy has valorado mi vida. He sido un tonto, y he estado muy, pero muy equivocado. Biblia Católica (Latinoamericana) Saúl le respondió: '¡Pequé! Vuelve, hijo mío David, ya no te haré mal. ¡Tú me respetaste hoy la vida, y yo me he comportado como un tonto, he cometido un gran pecado!' La Biblia Textual 3a Edicion Entonces dijo Saúl: ¡He pecado! Regresa, hijo mío David, que ya no te haré ningún mal, puesto que hoy mi vida ha sido de estima ante tus ojos. He aquí he actuado neciamente, y errado en gran manera. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondió Saúl: 'He pecado. Vuélvete, hijo mío, David, pues no te volveré a hacer mal, ya que mi vida ha sido hoy preciosa a tus ojos. He obrado como un insensato y me he engañado por completo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces dijo Saúl: He pecado: vuélvete, hijo mío David, que ningún mal te haré más, pues que mi alma ha sido preciosa hoy en tus ojos. He aquí, yo he obrado neciamente, y he errado en gran manera. |
Mandó de nuevo Ocozías, por tercera vez, a un quincuagenario con sus cincuenta hombres. Este tercero subió, y a su llegada se prosternó ante Elías suplicándole, y le dijo: “Hombre de Dios, sea preciosa a tus ojos mi vida y la vida de tus siervos.
Fuego del cielo ha bajado y ha devorado a los dos primeros quincuagenarios y a sus cincuenta hombres; pero ahora sea a tus ojos preciosa mi vida.”
Nadie puede rescatar al hombre de la muerte, nadie puede dar a Dios su rescate;'
Rescatará sus almas de la opresión y de la violencia, y será preciosa su sangre a los ojos de él.
El faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón y les dijo: “Esta vez he pecado; Yahvé es justo, y yo y mi pueblo, impíos.'
Entonces Balaam dijo al ángel de Yahvé: “He pecado; no sabía que tú me cerrabas el camino; si te parece mal, ahora mismo me volveré.”
diciendo: He pecado entregando sangre inocente. Dijeron ellos: ¿A nosotros qué? Viéraslo tú.
Samuel dijo a Saúl: “Has obrado neciamente y has desobedecido el mandato de Yahvé, tu Dios. Estaba Yahvé para afirmar tu reino sobre Israel para siempre;'
Dijo entonces Saúl a Samuel: “He pecado traspasando el mandamiento de Yahvé y tus palabras; temí al pueblo y le escuché. Perdona, pues, te ruego, mi pecado,'
Saúl dijo: “He pecado; pero hónrame ahora, te lo ruego, en presencia de los ancianos de mi pueblo y en presencia de Israel, y ven conmigo a adorar a Yahvé, tu Dios.”
Los príncipes de los filisteos hacían incursiones; pero cada vez que salían, David, por su habilidad, alcanzaba mejor suceso que todos los otros servidores de Saúl, y su nombre llegó a ser muy celebrado.'
Cuando hubo acabado de hablar David, dijo Saúl: “¿Eres tú, hijo mío, David? Y, alzando la voz, se puso a llorar y dijo:
David respondió: “Aquí tienes tu lanza, rey. Que venga un mozo a buscarla.
Como ha sido hoy preciosa tu vida a mis ojos, así lo sea la mía a los ojos de Yahvé y me libre él de toda angustia.”
Sabiendo Saúl que David había huido a Gat, no volvió a perseguirle.