David le dijo: “Nada temas, porque quiero favorecerte por amor a Jonatán, tu padre. Te devolveré todas las tierras de Saúl, tu padre, y comerás siempre a mi mesa.”
1 Samuel 22:23 - Biblia Nacar-Colunga Quédate conmigo y nada temas, que quien a ti te persigue es quien me persigue a mí, y aquí estarás bien guardado.” Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Quédate conmigo, no temas; quien buscare mi vida, buscará también la tuya; pues conmigo estarás a salvo. Biblia Nueva Traducción Viviente Quédate aquí conmigo, no tengas miedo; te protegeré con mi propia vida, porque la misma persona quiere matarnos a los dos. Biblia Católica (Latinoamericana) Quédate conmigo y no temas, el que atente contra tu vida atentará contra la mía; a mi lado estarás seguro'. La Biblia Textual 3a Edicion Quédate conmigo. No temas, porque quien busca mi vida busca tu vida, pero conmigo estarás seguro. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quédate conmigo y nada temas; pues el que atenta contra mi vida atenta contra la tuya. Tú estarás bien guardado a mi lado'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Quédate conmigo, no temas: quien buscare mi vida, buscará también la tuya; pues conmigo estarás seguro. |
David le dijo: “Nada temas, porque quiero favorecerte por amor a Jonatán, tu padre. Te devolveré todas las tierras de Saúl, tu padre, y comerás siempre a mi mesa.”
Se entendía con Joab, hijo de Sarvia, y con Abiatar, sacerdote, que se hicieron partidarios suyos;'
Luego dijo el rey al sacerdote Abiatar: “Vete a tus tierras de Anatot. Tú merecías la muerte, pero yo no quiero hacerte morir ahora, por haber llevado el arca de Yahvé delante de David, mi padre, y porque participaste en los trabajos de mi padre.”
Entonces os entregarán a los tormentos y os matarán, y seréis aborrecidos de todos los pueblos a causa de mi nombre.
Acordaos de la palabra que yo os dije: No es el siervo mayor que su señor. Si me persiguieron a mí, también a vosotros os perseguirán; si guardaren mi palabra, también guardarán la vuestra.'
Mientras Yo estaba con ellos, Yo conservaba en tu nombre a éstos que me has dado, y los guardé, y ninguno de ellos pereció, si no es el hijo de la perdición, para que la Escritura se cumpliese.
Para que se cumpliese la palabra que había dicho: De los que me diste no se perdió ninguno.
Nada temas, pues la mano de Saúl, mi padre, no te alcanzará. Tú reinarás sobre Israel y yo seré tu segundo. Saúl, mi padre, lo sabe muy bien.”