Puso el rey en su lugar, por jefe del ejército, a Banayas, hijo de Joyada, y al sacerdote Sadoe en el lugar de Abiatar.
1 Samuel 2:31 - Biblia Nacar-Colunga Tiempo vendrá en que yo amputaré tu brazo y el brazo de la casa de tu padre, de modo que ya no haya nunca ancianos en tu casa Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 He aquí, vienen días en que cortaré tu brazo y el brazo de la casa de tu padre, de modo que no haya anciano en tu casa. Biblia Nueva Traducción Viviente Llegará el tiempo cuando pondré fin a tu familia para que ya no me sirva en el sacerdocio. Todos los miembros de tu familia morirán antes de tiempo; ninguno llegará a viejo. Biblia Católica (Latinoamericana) Vendrá un día en que te romperé los brazos a ti y a la familia de tu padre, y ya no habrá más viejos en tu casa. La Biblia Textual 3a Edicion He aquí vienen días en que cortaré tu brazo y el brazo de la casa de tu padre para que no quede anciano en tu casa. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Vienen ya los días en que cortaré tu brazo y el brazo de la casa de tu padre, de suerte que en tu casa nadie llegue a la ancianidad. Biblia Reina Valera Gómez (2023) He aquí vienen días, en que cortaré tu brazo, y el brazo de la casa de tu padre, que no haya viejo en tu casa. |
Puso el rey en su lugar, por jefe del ejército, a Banayas, hijo de Joyada, y al sacerdote Sadoe en el lugar de Abiatar.
Despedías a las viudas con las manos vacías y quebrantabas los brazos de los huérfanos.
Porque los brazos de los impíos serán rotos, mientras que Yahvé sostiene a los justos.
Los levitas, que se apartaron de mí cuando Israel se alejó de mí, yéndose tras sus ídolos, llevarán su iniquidad.
Ajías, hijo de Ajitub, hermano de Icabod, hijo de Finés, hijo de Helí, era sacerdote de Yahvé en Silo, y llevaba el efod. Tampoco la gente sabía nada de adonde había ido Jonatán.
Entonces cumpliré cuanto a Helí le he dicho, todo lo que de su casa le he dicho; comenzaré y acabaré.'
Habiendo presentado batalla los filisteos contra Israel, se empeñó el combate, e Israel fue derrotado por los filisteos, que mataron en el combate, en el campo, unos cuatro mil hombres.