Pero voy a probaros. Por la vida del faraón que no saldréis de aquí mientras no venga vuestro hermano menor.
1 Samuel 1:26 - Biblia Nacar-Colunga Ana le dijo: “Óyeme por tu vida, mi señor: Yo soy aquella mujer que estuvo aquí cerca de ti orando a Yahvé. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y ella dijo: ¡Oh, señor mío! Vive tu alma, señor mío, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti orando a Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente «Señor, ¿se acuerda de mí? —preguntó Ana—. Soy aquella misma mujer que estuvo aquí hace varios años orando al Señor. Biblia Católica (Latinoamericana) Ana le dijo: 'Perdona, señor, tan cierto como que tú vives, señor, que yo soy la mujer que estuvo cerca de ti orándole a Yavé. La Biblia Textual 3a Edicion Y ella dijo: ¡Oh, señor mío, como que vive tu alma, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti rogando a YHVH! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dijo entonces ella: 'Perdón, señor mío; por tu vida, señor, yo soy aquella mujer que estuvo aquí, cerca de ti, orando a Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ella dijo: ¡Oh, señor mío! Vive tu alma, señor mío, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti orando a Jehová. |
Pero voy a probaros. Por la vida del faraón que no saldréis de aquí mientras no venga vuestro hermano menor.
Urías respondió a David: “El arca, Israel y Judá habitan en tiendas; mi señor, Joab y los servidores de mi señor acampan al raso, ¿e iba yo a entrar en mi casa para comer y beber y dormir con mi mujer? Por tu vida y por la vida de tu alma que no haré yo cosa semejante.”
El rey le dijo: “¿No anda en todo esto la mano de Joab?” Y la mujer respondió: “Por tu vida, oh rey, mi señor! que no se aparta lo que el rey, mi señor, dice ni a la derecha ni a la izquierda. Joab, tu siervo, me ha mandado y ha puesto en la boca de tu sierva todas estas palabras.
y dijo a Elíseo: “Quédate aquí, te ruego, pues Yahvé me manda ir a Betel.” Elíseo respondió: “Vive Yahvé, y vives tú, que no te dejaré.” Y bajaron ambos a Betel.
Elías le dijo: “Elíseo, quédate aquí, te lo ruego, pues Yahvé me manda ir a Jericó.” El le respondió: “Por la vida de Yahvé y por tu vida que no te dejaré.” Y llegaron a Jericó.
Elías le dijo: “Quédate aquí, te lo ruego, pues Yahvé me manda ir al Jordán.” Y él le respondió: “Por la vida de Yahvé y por tu vida que no te dejaré.” Y siguieron ambos su camino.
La madre del niño le dijo: “Por la vida de Yahvé y la tuya que no te dejaré.”
Jaebes invocó al Dios de Israel, diciendo: “Si me bendices y ensanchas mis términos y está conmigo tu mano y me preservas del mal de modo que yo no padezca.” Y Dios le dio lo que le había pedido.
Cuando Saúl hubo visto a David avanzar contra el filisteo, dijo a Abner, el jefe de su ejército: “¿De quién es hijo ese joven, Abner?” Abner respondió:
Y juró nuevamente a David. Pero éste dijo: “Sabe muy bien tu padre que me quieres, y se habrá dicho: Que no lo sepa Jonatán, no vaya a darle pena; pero por Dios y por tu vida, que no hay más que un paso entre mí y la muerte.”
Y ahora, mi señor, como vive Yahvé, que te ha preservado Yahvé de derramar sangre y tomar por tu mano la venganza, ojalá que todos tus enemigos y cuantos te persiguen sean como Nabal.