pues no abandonarás mi alma al “seol” ni permitirás que tu fiel vea la fosa.
1 Juan 2:20 - Biblia Nacar-Colunga Cuanto a vosotros, tenéis la unción del Santo y conocéis todas las cosas. No os escribo porque no conozcáis la verdad, Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero ustedes no son así, porque el Santo les ha dado su Espíritu, y todos ustedes conocen la verdad. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero ustedes tienen esa unción que viene del Santo, por lo que todos tienen ya conocimiento. La Biblia Textual 3a Edicion Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y todos vosotros lo sabéis.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Vosotros, en cambio, tenéis unción recibida del Santo, y todos tenéis conocimiento. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas. |
pues no abandonarás mi alma al “seol” ni permitirás que tu fiel vea la fosa.
Tú dispones ante mí una mesa enfrente de mis enemigos. Derramas el óleo sobre mi cabeza, y mi cáliz rebosa.
Tu trono subsistirá por siempre jamás, cetro de equidad es el cetro de tu reino.
y yo alabaré, ¡Dios mío! al sonido del arpa, tu fidelidad; te salmodiaré a la cítara, ¡oh Santo de Israel!'
Pues he aquí que tus enemigos, ¡oh Yahvé! perecerán, y serán dispersados todos los que obran el mal.
Los malvados no conocen la justicia, pero el que busca a Yahvé lo sabe todo.
Porque yo soy Yahvé, tu Dios, Santo de Israel, tu Salvador; yo doy a Egipto por rescate tuyo, doy por ti a Etiopía y Seba.'
El espíritu del Señor, Yahvé, está sobre mí, pues Yahvé me ha ungido, me ha enviado para predicar la buena nueva a los abatidos y sanar a los de quebrantado corazón, para anunciar la libertad de los cautivos y la liberación a los encarcelados.
No tendrán que enseñarse unos a otros ni los hermanos entre sí, diciendo: “Conoced a Yahvé,” sino que todos me conocerán, desde los pequeños a los grandes, oráculo de Yahvé, porque les perdonaré sus maldades y no me acordaré más de sus pecados.
Esa es la parte de Aarón y de sus hijos en las combustiones a Yahvé desde el día en que fueron promovidos a ejercer ante mí el sacerdocio;'
Y les respondió diciendo: A vosotros os ha sido dado conocer los misterios del reino dé los cielos, pero a ésos no.
diciendo: ¿Qué hay entre ti y nosotros, Jesús Nazareno? ¿ Has venido a perdernos? Te conozco; tú eres el Santo de Dios.'
“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ungió para evangelizar a los pobres; me envió a predicar a los cautivos la libertad, a los ciegos la recuperación de la vista; para poner en libertad a los oprimidos,'
¡Ah! ¿Qué hay entre ti y nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a perdernos? Bien sé que eres el Santo de Dios.
pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, ése os lo enseñará todo y os traerá a la memoria todo lo que Yo os he dicho.
pero cuando viniere aquél, el Espíritu de verdad, os guiará hacia la verdad completa, porque no hablará de sí mismo, sino que hablará lo que oyere y os comunicará las cosas venideras.
esto es, cómo a Jesús de Nazaret le ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder, y cómo pasó haciendo bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con El.
Vosotros negasteis al Santo y al Justo y pedisteis que se os hiciera gracia de un homicida.
Al contrario, el espiritual juzga de todo, pero a él nadie puede juzgarle.
Amaste la justicia y aborreciste la iniquidad, por eso te ungió Dios, tu Dios, con óleo de exaltación sobre tus compañeros.”
Y no habrá de enseñar cada uno a su prójimo ni a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor.'
La unción que de El habéis recibido perdura en vosotros, y no necesitáis que nadie os enseñe, porque, como la unción os lo enseña todo y es verídica y no mentirosa, permanecéis en El, según que os enseñó.
Conocemos que permanecemos en El y El en nosotros en que nos dio su Espíritu.
Quiero recordaros a vosotros que ya habéis conocido todas las cosas, cómo el Señor, después de salvar de Egipto a su pueblo, hizo luego perecer a los incrédulos;'
Al ángel de la Iglesia de Filadelfia escribe: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, que abre y nadie cierra, y cierra y nadie abre.
Los cuatro vivientes tenían cada uno de ellos seis alas, y todos en torno y dentro estaban llenos de ojos, y no se daban reposo día y noche, diciendo: Santo, Santo, Santo es el Señor Dios todopoderoso, el que era, el que es y el que viene.