Como quien liga la piedra en la honda, así es el que da honra al loco.
Como quien liga la piedra en la honda, Así hace el que da honra al necio.
Honrar a un necio es tan absurdo como atar la piedra a la honda.
Darle importancia a un tonto no es mejor que amarrar la piedra a la honda.
Pretende sujetar una piedra en la honda, Quien concede honores al necio.
Como atar la piedra a la honda, así es tributar honores al necio.
Como el que ata la piedra en la honda, así hace el que al necio da honra.
No conviene al loco el deleite; ¡cuánto menos al siervo ser señor de los príncipes!
Como la nieve en el verano, y la lluvia en la siega, así conviene al loco la honra.
Así como camina el cojo; es el proverbio en la boca del loco.
Espinas hincadas en mano del embriagado, tal es el proverbio en la boca de los locos.
Por el siervo cuando reinare; y por el loco cuando se saciare de pan;