Salió, pues, Hatac a Mardoqueo, a la plaza de la ciudad que estaba delante de la puerta del rey.
Proverbios 26:1 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Como la nieve en el verano, y la lluvia en la siega, así conviene al loco la honra. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Como no conviene la nieve en el verano, ni la lluvia en la siega, Así no conviene al necio la honra. Biblia Nueva Traducción Viviente Como la nieve no es para el verano ni la lluvia para la cosecha, tampoco el honor es para los necios. Biblia Católica (Latinoamericana) Ni nieve en verano, ni lluvia en la cosecha: tampoco convienen honores a un tonto. La Biblia Textual 3a Edicion Ni la nieve al verano ni la lluvia a la siega, Ni la honra al necio les van bien. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Como nieve en verano y lluvia en la siega, así la gloria desdice del necio. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Como la nieve en el verano, y la lluvia en la siega, así no conviene al necio la honra. |
Salió, pues, Hatac a Mardoqueo, a la plaza de la ciudad que estaba delante de la puerta del rey.
Cercando andan los malos, entre tanto los más viles de los hijos de los hombres son exaltados.
Aquel a cuyos ojos es menospreciado el vil; mas honra a los que temen al SEÑOR; juró en daño suyo , y no mudó.
Al Vencedor: Masquil de David, cuando vino Doeg el edomita y dio cuenta a Saúl, diciéndole: David ha venido a casa de Ahimelec. ¿Por qué te glorías de maldad, oh ilustre? La misericordia de Dios es cada día.
No conviene al loco la altilocuencia; ¡cuánto menos al príncipe el labio mentiroso!
No conviene al loco el deleite; ¡cuánto menos al siervo ser señor de los príncipes!
El látigo para el caballo, y el cabestro para el asno, y la vara para el cuerpo del loco.
Como quien liga la piedra en la honda, así es el que da honra al loco.
El príncipe falto de entendimiento multiplicará los agravios; mas el que aborrece la avaricia, prolongará sus días.
Y si no, fuego salga de Abimelec, que consuma a los señores de Siquem y a la casa de Milo; y fuego salga de los de Siquem y de la casa de Milo, que consuma a Abimelec.
Cuando se lo dijeron a Jotam, fue y se puso en la cumbre del monte de Gerizim, y alzando su voz clamó, y les dijo: Oídme, varones de Siquem; que Dios os oiga.