Entonces su padre Jacob les dijo: Me habéis privado de mis hijos; José no parece, ni Simeón tampoco, y a Benjamín le llevaréis; sobre mí son todas estas cosas.
Proverbios 23:5 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas, como alas de águila, y volarán al cielo. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas Como alas de águila, y volarán al cielo. Biblia Nueva Traducción Viviente Las riquezas desaparecen en un abrir y cerrar de ojos, porque les saldrán alas y se irán volando como las águilas. Biblia Católica (Latinoamericana) apenas se la ve ya desapareció. Se pone alas e igual que un águila se pierde entre las nubes. La Biblia Textual 3a Edicion Pues le echas una mirada, y ya no están, Han echado alas como un águila que vuela a los cielos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 pones los ojos en ellas, y se disipan, pues parecen tener alas como el águila que se remonta hasta los cielos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Has de poner tus ojos en lo que no es nada? Porque las riquezas se harán alas, como alas de águila, y volarán al cielo. |
Entonces su padre Jacob les dijo: Me habéis privado de mis hijos; José no parece, ni Simeón tampoco, y a Benjamín le llevaréis; sobre mí son todas estas cosas.
El rico dormirá, mas no será recogido; abrirá sus ojos, y no verá a nadie.
Ciertamente en tinieblas anda el hombre; ciertamente en vano se inquieta; allega, y no sabe quién lo cogerá.
porque las riquezas no son para siempre; ¿Y será la corona para perpetuas generaciones?
Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad.
¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien; y se deleitará vuestra alma con grosura.
Mas tus ojos y tu corazón no son sino a tu avaricia, y a derramar la sangre inocente, y a opresión, y a hacer agravio.
Tómale, y mira por él, y no le hagas mal ninguno; antes harás con él como él te dijere.
No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;
A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas inciertas, sino en el Dios viviente, que nos da todas las cosas en abundancia de que gocemos;
Porque todo lo que hay en el mundo que es la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, mas es del mundo.