Al Vencedor: sobre Seminit: Salmo de David. Salva, oh SEÑOR, porque se acabaron los misericordiosos; porque se han acabado los fieles de entre los hijos de los hombres.
Proverbios 20:6 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Muchos hombres publican cada uno su misericordia; mas varón de verdad, ¿quién lo hallará? Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad, Pero hombre de verdad, ¿quién lo hallará? Biblia Nueva Traducción Viviente Muchos se dicen ser amigos fieles, ¿pero quién podrá encontrar uno realmente digno de confianza? Biblia Católica (Latinoamericana) De mucha gente se dice que son buenos, pero ¿quién hallará a un hombre fiel? La Biblia Textual 3a Edicion Muchos proclaman sus propias bondades, Pero un hombre de fiar, ¿quién lo hallará? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Muchos hombres se proclaman amigos; pero un hombre fiel, ¿quién lo hallará? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad; pero hombre fiel ¿quién lo hallará? |
Al Vencedor: sobre Seminit: Salmo de David. Salva, oh SEÑOR, porque se acabaron los misericordiosos; porque se han acabado los fieles de entre los hijos de los hombres.
Mentira habla cada uno con su prójimo con labios lisonjeros; con corazón doble hablan.
Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre; mas el hombre entendido lo alcanzará a sacar .
Como nubes y vientos sin lluvia, así es el hombre que se jacta en don de mentira.
lo que aún busca mi alma, y no encuentro: un hombre entre mil he hallado; mas mujer de todas éstas nunca hallé.
Discurrid por las plazas de Jerusalén, y mirad ahora, y sabed, y buscad en sus plazas si halláis hombre, si hay alguno que haga juicio, que busque verdad; y yo perdonaré a la ciudad.
¡Ay de mí! Que he venido a ser como cuando han cogido los frutos del verano, como cuando han rebuscado después de la vendimia, que no queda racimo para comer; mi alma deseó los primeros frutos.
Faltó el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres; todos acechan a la sangre; cada cual arma red a su hermano.
Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las plazas, para tener gloria de los hombres; de cierto os digo, que ya tienen su recompensa.
El fariseo, en pie, oraba consigo de esta manera: Dios, te doy gracias, que no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado todas las cosas, y te hemos seguido.
Os digo que los defenderá presto. Pero cuando el Hijo del hombre viniere, ¿hallará fe en la tierra?
Y él le dijo: Señor, aparejado estoy a ir contigo aun a cárcel y a muerte.
Jesús vio venir hacía sí a Natanael, y dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en el cual no hay engaño.
He sido loco (en gloriarme); vosotros me constreñisteis; pues yo había de ser alabado de vosotros, porque en nada he sido menos que los grandiosos apóstoles, aunque nada soy.