Me harás saber la senda de la vida; plenitud de alegrías hay con tu rostro; deleites en tu diestra para siempre.
Proverbios 2:19 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Todos los que a ella entraren, no volverán, ni tomarán las veredas de la vida. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Todos los que a ella se lleguen, no volverán, Ni seguirán otra vez los senderos de la vida. Biblia Nueva Traducción Viviente El hombre que la visita está condenado; nunca llegará a los senderos de la vida. Biblia Católica (Latinoamericana) Los que allá van no volverán, no reencontrarán el camino de la vida. La Biblia Textual 3a Edicion Cuantos entran en él, no regresan, Ni retoman los senderos de la vida. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los que van a ella no retornan ni alcanzan los caminos de la vida. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ninguno de los que a ella entraren volverán, ni tomarán las sendas de la vida. |
Me harás saber la senda de la vida; plenitud de alegrías hay con tu rostro; deleites en tu diestra para siempre.
Los dejé por tanto a la dureza de su corazón; caminaron en sus consejos.
Mas la vereda de los justos es como la luz del lucero, que va en aumento hasta que el día es perfecto.
y gimas en tus postrimerías, cuando se consumiere tu carne y tu cuerpo,
si no pesares el camino de vida, sus caminos son inestables; no los conocerás.
Mas el que comete adulterio con la mujer, es falto de corazón; corrompe su alma el que tal hace.
y he hallado más amarga que la muerte a la mujer cuyo corazón es redes y lazos; y sus manos ligaduras. El que agrada a Dios escapará de ella; mas el pecador quedará preso en ella.
¿Por ventura mudará el negro su pellejo, y el leopardo sus manchas? Así tampoco, podréis vosotros hacer bien, estando enseñados a hacer mal.
No visitaré sobre vuestras hijas cuando fornicaren, ni sobre vuestras nueras cuando adulteraren, porque ellos ofrecen con las rameras, y con las malas mujeres sacrifican; por tanto, el pueblo sin entendimiento caerá.
para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo, los que nos acogemos a unirnos a la esperanza propuesta;