Se lisonjea, por tanto, en sus propios ojos, hasta que su iniquidad sea hallada aborrecible.
Proverbios 16:2 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Todos los caminos del hombre son limpios en su opinión; mas el SEÑOR pesa los espíritus. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; Pero Jehová pesa los espíritus. Biblia Nueva Traducción Viviente La gente puede considerarse pura según su propia opinión, pero el Señor examina sus intenciones. Biblia Católica (Latinoamericana) Cada cual justifica sus decisiones, pero Yavé sopesa los espíritus. La Biblia Textual 3a Edicion Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión, Pero YHVH pesa los espíritus. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El hombre piensa que su conducta es recta; pero es Yahveh quien escruta los espíritus. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Todos los caminos del hombre son limpios ante sus propios ojos; pero Jehová pesa los espíritus. |
Se lisonjea, por tanto, en sus propios ojos, hasta que su iniquidad sea hallada aborrecible.
El camino del loco es derecho en su opinión; mas el que escucha al consejo es sabio.
Hay camino que es derecho al parecer del hombre, mas su salida son caminos de muerte.
El crisol para la plata, y la hornaza para el oro; mas el SEÑOR prueba los corazones.
Todo camino del hombre es recto en su opinión; mas el SEÑOR pesa los corazones.
si dijeres: Ciertamente no lo supimos; ¿no lo entenderá el que pesa los corazones? El que mira por tu alma, él lo conocerá, y dará al hombre según sus obras.
Hay generación limpia en su opinión, y nunca se ha limpiado su inmundicia.
Pues que los caminos del hombre están ante los ojos del SEÑOR, ¡y él pesa todas sus veredas!
El camino del justo es rectitud; tú, recto, pesas el camino del justo.
Yo soy el SEÑOR, que escudriño el corazón, que pruebo los riñones, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.
Y el ángel del SEÑOR le dijo: ¿Por qué has herido tu asna estas tres veces? He aquí yo he salido por tu adversario, porque tu camino es perverso delante de mí.
Y les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.
Y escribe al ángel de la Iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, que tiene sus ojos como llama de fuego, y sus pies semejantes al latón fino, dice estas cosas:
y mataré a sus hijos con muerte; y todas las Iglesias sabrán que YO SOY el que escudriño los riñones y los corazones; y daré a cada uno de vosotros según sus obras.
En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía como mejor le parecía.
Y fue el número de los que lamieron las aguas, llegándola con la mano a la boca, trescientos varones; y todo el resto del pueblo se dobló sobre sus rodillas para beber las aguas.
Y el SEÑOR respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a la altura de su estatura, porque yo lo desecho; porque no es lo que el hombre ve. Porque el hombre ve lo que está delante de sus ojos, mas el SEÑOR ve el corazón.
No multipliquéis hablando grandezas, altanerías; cesen las palabras arrogantes de vuestra boca, porque el Dios de todo saber es el SEÑOR, y las obras magníficas a él le son prestas.