Los que confían en sus haciendas, y en la muchedumbre de sus riquezas se jactan,
Proverbios 10:15 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Las riquezas del rico son su ciudad fuerte; y el desmayo de los pobres es su pobreza. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Las riquezas del rico son su ciudad fortificada; Y el desmayo de los pobres es su pobreza. Biblia Nueva Traducción Viviente La riqueza del rico es su fortaleza; la pobreza del pobre es su ruina. Biblia Católica (Latinoamericana) La fortuna del rico le sirve de defensa, la pobreza del indigente provoca su desgracia. La Biblia Textual 3a Edicion La riqueza del rico es su torre fuerte, La ruina de los pobres es su pobreza. Biblia Serafín de Ausejo 1975 La fortuna del rico es su ciudadela; la indigencia es la ruina del pobre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Las riquezas del rico son su ciudad fuerte; y la ruina de los pobres es su pobreza. |
Los que confían en sus haciendas, y en la muchedumbre de sus riquezas se jactan,
He aquí un varón que no puso a Dios por su fortaleza, sino que confió en la multitud de sus riquezas; se esforzó en su maldad.
El pobre es odioso aun a su amigo; pero muchos son los que aman al rico.
Las riquezas del rico son la ciudad de su fortaleza, y como un muro alto en su imaginación.
Todos los hermanos del pobre le aborrecen; ¡cuánto más sus amigos se alejarán de él! Buscará la amistad y no la hallará.
Porque en la sombra de la ciencia, y en la sombra del dinero reposa el hombre ; mas la sabiduría excede en que da vida a sus poseedores.
Así dijo el SEÑOR: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni se alabe el valiente en su valentía, ni el rico se alabe en sus riquezas.
Y los discípulos se espantaron de sus palabras; mas Jesús respondiendo, les volvió a decir: ¡Hijos, cuán difícil es entrar en el Reino de Dios, los que confían en las riquezas!
y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes almacenados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.
A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas inciertas, sino en el Dios viviente, que nos da todas las cosas en abundancia de que gocemos;