Proverbios 1:24 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Por cuanto llamé, y no quisisteis; extendí mi mano, y no hubo quien escuchase; Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Por cuanto llamé, y no quisisteis oír, Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese, Biblia Nueva Traducción Viviente »Los llamé muy a menudo pero no quisieron venir; les tendí la mano pero no me hicieron caso. Biblia Católica (Latinoamericana) ¿Se van a rehusar cuando los llamo, no van a poner atención cuando les tiendo la mano? La Biblia Textual 3a Edicion He llamado, y os rehusasteis, Extendí mi mano, y no habéis hecho caso. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque yo llamo y vosotros no hacéis caso, extiendo la mano y nadie atiende. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque llamé, y no quisisteis oír: Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese; |
Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió el furor del SEÑOR contra su pueblo, y que no hubo remedio.
Los esconderás en el escondedero de tu rostro de las arrogancias del hombre; los esconderás en el tabernáculo a cubierto de contención de lenguas.
El hombre que reprendido endurece la cerviz, de repente será quebrantado; y no habrá para él medicina.
porque vine, y nadie apareció; llamé, y nadie respondió. ¿Ha llegado a acortarse mi mano, para no redimir? ¿No hay en mí poder para librar? He aquí que con mi reprensión hago secar el mar; torno los ríos en desierto; hasta pudrirse sus peces, y morirse de sed por falta de agua.
yo también os destinaré al cuchillo, y todos vosotros os arrodillaréis al degolladero, por cuanto llamé, y no respondisteis; hablé, y no oisteis; sino que hicisteis lo malo delante de mis ojos, y escogisteis lo que a mí me desagrada.
Extendí mis manos todo el día a pueblo rebelde, el cual anda por camino no bueno, en pos de sus pensamientos;
También yo escogeré sus escarnios, y traeré sobre ellos lo que temieron; porque llamé, y nadie respondió; hablé, y no oyeron; e hicieron lo malo delante de mis ojos, y escogieron lo que a mí me desagrada.
Por tanto, así dijo el SEÑOR Dios de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo traigo sobre Judá y sobre todos los moradores de Jerusalén todo el mal que hablé contra ellos; porque les hablé, y no oyeron; los llamé, y no respondieron.
La palabra que nos has hablado en nombre del SEÑOR, no oímos de ti;
Ahora, pues, por cuanto habéis vosotros hecho todas estas obras, dijo el SEÑOR, y bien que os hablé, madrugando para hablar, no oísteis, y os llamé, y no respondisteis;
Tu morada es en medio de engaño; de muy engañadores no quisieron conocerme, dice el SEÑOR.
Pues también yo haré en mi furor; no perdonará mi ojo, ni tendré misericordia; y gritarán a mis oídos con gran voz, y no los oiré.
Y aconteció que como él clamó, y no escucharon, así ellos clamaron, y yo no escuché, dice el SEÑOR de los ejércitos;
que extiendas tu mano a que sanidades, y milagros, y prodigios sean hechos por el Nombre de tu santo siervo Jesús.
Y contra Israel dice: Todo el día extendí mis manos a un pueblo rebelde y contradictor.
Y consultó Saúl al SEÑOR; pero el SEÑOR no le respondió, ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas.