De día me consumía el calor, y de noche la helada, y el sueño se huía de mis ojos.
Oseas 13:5 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Yo te conocí en el desierto, en tierra seca. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Yo te conocí en el desierto, en tierra seca. Biblia Nueva Traducción Viviente Yo te cuidé en el desierto, en esa tierra árida y sedienta; Biblia Católica (Latinoamericana) Yo te conocí en el desierto, en esa tierra seca. La Biblia Textual 3a Edicion Yo te conocí° en el desierto, En tierra de gran sequía. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo te conocí en el desierto, en país de sequedal. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Yo te conocí en el desierto, en la tierra de gran sequía. |
De día me consumía el calor, y de noche la helada, y el sueño se huía de mis ojos.
Porque el SEÑOR conoce el camino de los justos; y el camino de los malos se perderá.
Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda. En el camino en que andaba, me escondieron lazo.
Me gozaré y alegraré en tu misericordia; porque has visto mi aflicción; has conocido mi alma en las angustias;
Salmo de David, estando en el desierto de Judá. Dios, Dios mío eres tú; a ti madrugaré; mi alma tuvo sed de ti, mi carne te desea en tierra de sequedad y transida sin aguas.
Anda, y clama en los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice el SEÑOR: Me he acordado de ti, de la misericordia de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada.
Y no dijeron: ¿Dónde está el SEÑOR, el que nos hizo subir de tierra de Egipto, el que nos hizo andar por el desierto, por una tierra desierta y despoblada, por una tierra seca y de sombra de muerte, por una tierra por la cual no pasó varón, ni allí habitó hombre?
Yo conozco a Efraín, e Israel no me es desconocido; porque ahora, oh Efraín, has fornicado, y se ha contaminado Israel.
Como uvas en el desierto hallé a Israel; como la fruta temprana de la higuera en su principio vi a vuestros padres. Ellos entraron a Baal-peor, y se apartaron para vergüenza, y se hicieron abominables como aquello que amaron.
Bueno es el SEÑOR para fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían.
mas ahora, habiendo conocido a Dios, o más bien, siendo conocidos de Dios, ¿cómo os volvéis de nuevo a los débiles y pobres elementos, en los cuales queréis volver a servir?
pues el SEÑOR tu Dios te ha bendecido en toda obra de tus manos; él sabe que andas por este gran desierto; estos cuarenta años el SEÑOR tu Dios fue contigo; y ninguna cosa te ha faltado.
Le halló en tierra de desierto, y en un desierto horrible y yermo; lo trajo alrededor, lo instruyó, lo guardó como la niña de su ojo.
que te sacó por un desierto grande y espantoso, de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde ningún agua había , y él te sacó agua de la peña, del pedernal;