mas del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni tocaréis en él, para que no muráis.
Números 17:13 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Cualquiera que se acercare, el que viniere al tabernáculo del SEÑOR morirá: ¿acabaremos por perecer todos? Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Cualquiera que se acercare, el que viniere al tabernáculo de Jehová, morirá. ¿Acabaremos por perecer todos? Biblia Nueva Traducción Viviente Cualquiera que tan siquiera se acerque al tabernáculo del Señor morirá. ¿Acaso estamos todos condenados a morir?». Biblia Católica (Latinoamericana) se paró en medio de los muertos y de los vivos, y el flagelo se detuvo. La Biblia Textual 3a Edicion ¡Cualquiera que se acerca al Tabernáculo de YHVH muere! ¿Acabaremos pereciendo todos? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Se situó entre los muertos y los vivos y el azote cesó. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Cualquiera que viene y se acerca al tabernáculo de Jehová ha de morir; ¿hemos de perecer todos? |
mas del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni tocaréis en él, para que no muráis.
Y edificó allí David un altar al SEÑOR, y sacrificó holocaustos y pacíficos; y el SEÑOR se aplacó con la tierra, y cesó la plaga de Israel.
pues por no haberlo hecho así vosotros la primera vez, el SEÑOR nuestro Dios hizo en nosotros rotura, por cuanto no le buscamos según su ordenanza.
Porque con tu furor somos consumidos, y con tu ira somos conturbados.
Por tanto, no os burléis ahora, para que no se aprieten más vuestras ataduras; porque consumación y destrucción sobre toda la tierra he oído del Señor DIOS de los ejércitos.
Y él habló a la congregación, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos impíos hombres, y no toquéis ninguna cosa suya, para que no perezcáis por ventura en todos sus pecados.
Y el SEÑOR dijo a Aarón: Tú y tus hijos, y la casa de tu padre contigo, llevaréis el pecado del santuario; y tú y tus hijos contigo llevaréis el pecado de vuestro sacerdocio.
y fue tras el varón de Israel a la tienda, y los alanceó a ambos, al varón de Israel, y a la mujer por su vientre. Y cesó la mortandad de los hijos de Israel.
Y el furor del SEÑOR se encendió en Israel, y los hizo andar errantes cuarenta años por el desierto, hasta que fue acabada toda aquella generación, que había hecho mal delante del SEÑOR.
Entonces Ananías, oyendo estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron.
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre del Cristo.
Y aconteció que cuando todos los hombres de guerra fueron acabados por muerte de entre el pueblo,