La tierra se removió, y tembló; los fundamentos de los cielos fueron movidos, y se quebrantaron, porque él se airó.
Nahúm 1:5 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Los montes tiemblan de él, y los collados se deslíen; y la tierra se abrasa delante de su presencia, y el mundo, y todos los que en él habitan. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Los montes tiemblan delante de él, y los collados se derriten; la tierra se conmueve a su presencia, y el mundo, y todos los que en él habitan. Biblia Nueva Traducción Viviente Ante la presencia de Dios las montañas se estremecen y las colinas se derriten; la tierra tiembla y sus habitantes son destruidos. Biblia Católica (Latinoamericana) los cerros tiemblan ante él,
y las lomas se estremecen.
Ante él se derrumban la tierra,
el universo y todos los que en él viven. La Biblia Textual 3a Edicion h Ante Él tiemblan las montañas, Los collados se derriten, w Ante su presencia se pone de pie la tierra, El mundo y todos los que en él habitan. Biblia Serafín de Ausejo 1975 He. Tiemblan los montes ante Él, se estremecen las colinas. Ante Él trepida la tierra, el orbe y cuantos lo habitan. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Las montañas tiemblan delante de Él, y los collados se disuelven; y la tierra se enciende a su presencia, y el mundo, y todos los que en él habitan. |
La tierra se removió, y tembló; los fundamentos de los cielos fueron movidos, y se quebrantaron, porque él se airó.
Que arranca los montes con su furor, y no conocen quién los trastornó;
el cual mira a la tierra, y ella tiembla; toca en los montes, y humean.
Oh montes, ¿por qué saltasteis como carneros, y vosotros , collados, como corderitos?
Y la tierra fue conmovida y tembló; y los fundamentos de los montes se estremecieron, y se removieron porque él se enojó.
Subió humo en su nariz, y de su boca fuego quemante; carbones se encendieron de él.
Bramaron los gentiles, titubearon los reinos; dio él su voz, se derritió la tierra.
la tierra tembló; también destilaron los cielos su lluvia ante la presencia de Dios; aquel Sinaí tembló delante de Dios, del Dios de Israel.
Y todo el monte de Sinaí humeaba, porque el SEÑOR había descendido sobre él en fuego; y el humo de él subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremeció en gran manera.
He aquí que el SEÑOR vacía la tierra, y la desnuda, y trastorna su faz, y hace esparcir sus moradores.
Temblará la tierra vacilando como un borracho; y será removida como una choza; y se agravará sobre ella su pecado, y caerá, y nunca más se levantará.
Por esta causa se encendió el furor del SEÑOR contra su pueblo; y extendiendo contra él su mano, lo hirió; y se estremecieron los montes, y sus cadáveres fueron arrojados en medio de las calles. Con todo esto no ha cesado su furor, antes está su mano todavía extendida.
Mas el SEÑOR Dios es la Verdad; él mismo es Dios Vivo y Rey Eterno; de su ira tiembla la tierra, y los gentiles no pueden sufrir su furor.
Miré a los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruidos.
que los peces del mar, y las aves del cielo, y las bestias del campo, y toda serpiente que se anda arrastrando sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la faz de la tierra, temblarán delante de mi presencia; y se arruinarán los montes, y las gradas caerán, y todo muro caerá a tierra.
Delante de él temblará la tierra, se estremecerán los cielos; el sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor.
El Señor DIOS de los ejércitos, que toca la tierra, y se derretirá, y llorarán todos los que en ella moran; y subirá toda como un río, y será hundida como el río de Egipto.
Y debajo de él se derretirán los montes, y los valles se hendirán como la cera delante del fuego, como las aguas que corren cuesta abajo.
Te vieron, y tuvieron temor los montes; pasó la inundación de las aguas; el abismo dio su voz, la hondura alzó sus manos.
¿Quién eres tú, oh gran monte delante de Zorobabel? Serás reducido a llanura. El sacará la primera piedra con aclamaciones de Gracia, gracia a ella.
Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno; y todos los soberbios, y todos los que hacen maldad, serán estopa; y aquel día que vendrá, los abrasará, dijo el SEÑOR de los ejércitos, el cual no les dejará ni raíz ni rama.
Y he aquí, el velo del Templo se rompió en dos, de alto a bajo; y la tierra tembló, y las piedras se hendieron;
Y he aquí, fue hecho un gran terremoto; porque el ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, había revuelto la piedra del sepulcro , y estaba sentado sobre ella.
Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él, de delante del cual huyó la tierra y el cielo; y no fue hallado el lugar de ellos.
Y el cielo se apartó como un libro que es envuelto; y todo monte e islas fueron movidas de sus lugares.
Los montes se derritieron delante del SEÑOR, aquel Sinaí, delante del SEÑOR Dios de Israel.