El que sana a los quebrantados de corazón, y el que liga sus heridas.
Mateo 9:12 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Mas oyéndolo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Jesús los oyó, les dijo: «La gente sana no necesita médico, los enfermos sí». Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús los oyó y dijo: 'No es la gente sana la que necesita médico, sino los enfermos. La Biblia Textual 3a Edicion Pero cuando Él lo oyó, dijo: No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando él lo oyó, dijo: 'No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y oyéndolo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos. |
El que sana a los quebrantados de corazón, y el que liga sus heridas.
Yo dije: SEÑOR, ten misericordia de mí; sana mi alma, porque contra ti he pecado.
Ten misericordia de mí, oh SEÑOR, porque yo estoy debilitado; sáname, oh SEÑOR, porque mis huesos están conturbados.
Sáname, oh SEÑOR, y seré sano; sálvame, y seré salvo, porque tú eres mi alabanza.
Porque yo haré venir sanidad para ti, y te sanaré de tus heridas, dijo el SEÑOR; porque Arrojada te llamaron, diciendo : Esta es Sion, a la que nadie busca.
He aquí que yo le hago subir sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de Paz y de Verdad.
¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico? ¿Por qué, pues, no hubo medicina para la hija de mi pueblo?
Yo medicinaré su rebelión, los amaré de voluntad; porque mi furor se apartó de ellos.
Porque el Hijo del hombre es venido para salvar lo que se había perdido.
Y oyéndolo Jesús, les dice: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que tienen mal. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a enmienda.
Y respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no necesitan médico, sino los que están enfermos.
Y una mujer, que tenía flujo de sangre hacía ya doce años, la cual había gastado en médicos toda su hacienda, y por ninguno había podido ser curada,
Y cuando lo entendió el pueblo, le siguió; y él los recibió, y les hablaba del Reino de Dios, y sanó a los que tenían necesidad de cura.