Entonces se acercó Sedequías hijo de Quenaana, e hirió a Micaías en la mejilla, diciendo: ¿Por dónde se fue de mí el espíritu del SEÑOR para hablarte a ti?
Mateo 5:39 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Mas yo os digo: No resistáis con mal; antes a cualquiera que te hiriere en tu mejilla diestra, vuélvele también la otra; Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; Biblia Nueva Traducción Viviente Pero yo digo: no resistas a la persona mala. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, ofrécele también la otra mejilla. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero yo les digo: No resistan al malvado. Antes bien, si alguien te golpea en la mejilla derecha, ofrécele también la otra. La Biblia Textual 3a Edicion pero Yo os digo: No resistáis al malvado; más bien, al que te golpea en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero yo os digo: no toméis represalias contra el malvado; si alguien te pega en la mejilla derecha, preséntale también la otra; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero yo os digo: No resistáis el mal; antes a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; |
Entonces se acercó Sedequías hijo de Quenaana, e hirió a Micaías en la mejilla, diciendo: ¿Por dónde se fue de mí el espíritu del SEÑOR para hablarte a ti?
Abrieron contra mí su boca; hirieron mis mejillas con afrenta; contra mí se juntaron todos.
No digas: Como me hizo, así le haré; daré el pago al varón según su obra.
Di mi cuerpo a los heridores; y mis mejillas a los peladores; no escondí mi rostro de las injurias y esputos.
No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo; mas amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el SEÑOR.
Ahora serás cercada de ejércitos, oh hija de ejército; se pondrá cerco sobre nosotros; con vara herirán sobre la quijada al juez de Israel.
y al que quisiere ponerte a pleito y tomarte tu ropa, déjale también la capa;
y cubriéndole, herían su rostro, y le preguntaban, diciendo: Profetiza quién es el que te hirió.
Y le acechaban los escribas y los fariseos, si sanaría en sábado, para hallar de qué le acusasen.
Le respondió Jesús: Si he hablado mal, da testimonio del mal; y si bien, ¿por qué me hieres?
Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no soportáis antes la injuria? ¿Por qué no soportáis antes la calumnia?
Mirad que ninguno dé a otro mal por mal; antes seguid lo bueno siempre los unos para con los otros, y para con todos.
Que aún no habéis resistido hasta la sangre combatiendo contra el pecado;
no volviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino antes por el contrario, bendiciendo, sabiendo que vosotros sois llamados para que poseáis bendición en herencia.