El SEÑOR está en el templo de su santidad; la silla del SEÑOR está en el cielo; sus ojos ven, sus párpados prueban a los hijos de los hombres.
Mateo 5:34 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Mas yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; Biblia Nueva Traducción Viviente Pero yo digo: ¡no hagas juramentos! No digas: “¡Por el cielo!”, porque el cielo es el trono de Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero yo les digo: ¡No juren! No juren por el cielo, porque es el trono de Dios;' La Biblia Textual 3a Edicion Pero Yo os digo: No juréis de ningún modo:° ni por el cielo, porque es el trono de Dios,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero yo os digo: no juréis por ningún concepto: ni por el cielo, porque es trono de Dios; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; |
El SEÑOR está en el templo de su santidad; la silla del SEÑOR está en el cielo; sus ojos ven, sus párpados prueban a los hijos de los hombres.
Todo acontece de la misma manera a todos; un mismo suceso tiene el justo y el impío; el bueno y el limpio y el no limpio; el que sacrifica, y el que no sacrifica; como el bueno, así el que peca; el que jura, como el que teme el juramento.
Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita en eternidad, y cuyo nombre es El Santo, que tengo por morada la altura y la santidad; y con el quebrantado y abatido de espíritu habito , para hacer vivir el espíritu de los abatidos, y para hacer vivir el corazón de los quebrantados.
El SEÑOR dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra, estrado de mis pies; ¿dónde quedará esta Casa que me habréis edificado, y dónde quedará este lugar de mi reposo?
El cielo es mi trono, y la tierra es el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis?, Dice el Señor; ¿o cuál es el lugar de mi reposo?
También hermanos míos, ante todas las cosas no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por otro cualquier juramento; mas vuestro sí sea sí; y vuestro no, no; para que no caigáis en condenación.